La Guardia Civil, en el marco de la operación “CETRERA” llevada a cabo en Valencia, ha detenido a 7 varones, con edades comprendidas entre los 23 y 49 años, de nacionalidades española, colombiana y venezolana, por su implicación en un delito de corrupción de menores.
A dos de los ahora detenidos se les imputan también sendos delitos de abusos sexuales y agresión sexual cometidos sobre un menor, de 16 años de edad, con el que contactaron por Internet y al que obligaron a mantener relaciones sexuales con la amenaza de difundir fotografías suyas comprometedoras.
En los registros practicados en sus respectivos domicilios, ubicados en la capital valenciana y en las localidades de Albal, Bétera, Rafaelbuñol y Picassent, se ha intervenido material informativo y fotográfico que ocupa más de un terabyte de archivos pornográficos, entre los que se encuentran fotos del menor desnudo.
El pasado mes de agosto de 2015, a través de una denuncia, la Guardia Civil de Valencia tuvo conocimiento de que varias personas podrían estar abusando sexualmente de un menor de edad.
Inmediatamente se inicio la operación “CETRERA”, por parte de componentes de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ribarroja (Valencia), al objeto de poder localizar, identificar y detener al autor o autores de estos hechos delictivos.
Esta operación se ha desarrollado en varias fases desde que, en ese mismo mes de agosto, se produjera la primera detención hasta el pasado mes de marzo del corriente año 2017, cuando se llevó a cabo la detención del séptimo y último implicado.
Modus operandi :
Los dos detenidos a los que se les acusa de abusos y agresión sexual contactaron con el menor a través de una página web de acceso restringido a menores, aunque sólo se requiere el registro con un nickname para acceder a la misma, sin solicitar más datos ni identificación.
Tras acceder al chat en el que existen varias salas distribuidas por zonas geográficas o ciudades, iniciaron una conversación con la víctima de forma privada, intercambiando sus números de teléfono. A raíz de ello, mantuvieron contacto a través de una aplicación móvil de mensajería instantánea, aun a sabiendas de que la persona con la que están hablando era menor de edad.
Los adultos le pidieron fotografías de carácter sexual e íntimo, archivos pornográficos, con el fin de que amenazar a la víctima con la difusión de las mismas si no tenía relaciones sexuales con ellos.
El material intervenido está siendo analizado minuciosamente a fin de determinar el alcance de los hechos ilícitos.
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