Ayer salió a la luz el caso de una brutal violación en «manda» a dos menores en la ciudad de Oviedo, Asturias. El suceso tuvo lugar hace menos de dos semanas en una vivienda ubicada en la calle Jesús de la capital asturiana.
Primeros detalles sobre la violación a las dos menores
Según los primeros datos narrados por la Policía de Oviedo y por las dos menores, de 16 y 17 años, una de ellas había conocido a un joven colombiano, de 21 años, con el que inició una relación. Posteriormente, el pasado día 7 se citaron con él, este les presentó a sus tres amigos con los que se trasladaron al domicilio de uno de ellos.
Una vez en el interior de la vivienda, dos de los jóvenes las violaron mientras los otros dos se tocaban mientras miraban la vejación. Las dos jóvenes denunciaron que se aprovecharon de su estado ebrio y que a una de ellas llegaron a meterle una zapatilla de deporte en la boca.
Los cuatro jóvenes que actuaron supuestamente en «manada» en la violación tenían entre 18 y 24 años y distintas nacionalidades.
Nuevos datos que confirman que fue una brutal violación en manada
Pero ahora han salido a la luz más datos de la brutal violación en Asturias. Las menores tras salir de la vivienda del colombiano, emprendieron rumbo a la comisaría de la Policía Nacional, una con una hemorragia vaginal y la otra con un fuerte cuadro de ansiedad, por lo que fueron trasladadas posteriormente al HUCA, para denunciar la supuesta violación en ‘manada’.
Lo peor es que desde aquella noche, ambas víctimas están en tratamiento psicológico. Su abogado defensor y sus conocidos afirman que tienen miedo de ser atacadas de nuevo por los cuatro jóvenes o de que las reconozcan por la calle y las señalen, provocando que este acto quede marcado para toda su vida.
No están preparadas para ser señaladas ni ser identificadas, sobre todo teniendo en cuenta que las espera entre dos a tres años mínimos de juicios. Una tortura.
Los acusados están a la espera de que retiren la denuncia
Todos ellos han sido puestos en libertad con cargos a la espera de juicio, que se celebrará en el próximo mes de septiembre. Pero como medida cautelar el juez ha decretado su comparecencia en sede judicial cada quince días mientras se tramitan las diligencias.
Y por el momento, ninguno de los supuestos agresores ha prestado declaración sobre el suceso. Según el abogado de las víctimas no quieren declararse culpables porque esperan que las dos menores retiren la denuncia.
Sin pruebas y tres años por delante de juicios
Además, el abogado de los cuatro jóvenes centrará su defensa en desacreditar a las dos menores asturianas. Esto se debe a que sólo existe como prueba el testimonio de ellas y las pruebas del Hospital. No hay otros testigos aún, imágenes gráficas, ni conversaciones en los teléfonos sobre lo ocurrido por lo que no hay pruebas que verifiquen el testimonio de las menores sobre la violación.