Cada día que pasa, cada semana, con la actividad empresarial parcialmente parada o al ralentí es un día perdido. Moncloa maneja un plan escalonado para ese retorno de los empleados al trabajo actualmente confinados en los domicilios.
El comité de seguimiento del coronavirus que cada mañana se reúne con Sánchez ya tiene la vista puesta en cómo será la vuelta a actividad en los diferentes sectores. El plan lo lidera la vicepresidenta Teresa Ribera pero cuenta con aportaciones de todos los ministerios del área económica. Son, por supuesto, escenarios sujetos a cambios en función de la evolución de la enfermedad, pero con dos aspectos que guían todas las decisiones.
El Gobierno prolongará el estado de alarma ‘sine die’, con variaciones entre una prórroga y otra, y el principal objetivo pasa por evitar una segunda oleada de contagios, que no se descarta que pueda producirse. Es el mayor temor de Sánchez, los ministros y los técnicos: mitigar nuevos positivos. Además, en caso de que haya un nuevo repunte de la enfermedad, que la administración actúe con rapidez y contundencia.
La primera fase será el 11 de mayo
Con esa realidad de un posible segundo brote del virus, y siempre que el estudio de seroprevalencia que van a realizar militares de ‘paisano’ a 60.000 españoles y la información que se está empezando a recoger Sanidad lo aconsejen, la desescalada en empresas y comercios se hará en tres fases. Será una decisión que tome el Gobierno con los datos disponibles en ese momento. En el plan contemplado a día de hoy, la primera medida está pensada para el 11 de mayo. Ese día Sánchez debería poner en marcha un nuevo estado de alarma, tras el que entrará en vigor el próximo 27 de abril con las medidas ya anunciadas hacia los menores de 12 años, con decisiones que afecten a una parte de los trabajadores.
De cara a ese 11-M el Gobierno espera poder anunciar alguna medida relativa a la vuelta a la actividad empresarial. Medidas que afectarían sobre todo a centros industriales, determinados comercios y servicios. Queda por ver en qué ámbito territorial y a quién afecta. Aún es pronto. Pero una opción contemplada pasa por que un reducido porcentaje de la plantilla pueda regresar a su puesto de trabajo, siempre de manera escalonada.
Segunda fase del trabajo el 18 de mayo
El segundo hito que contempla el Gobierno se sitúa unos días más tarde, el día 18 o el 25 de mayo, con una reincorporación de otra parte de la plantilla. La idea es elevar ese porcentaje de trabajadores que puedan acudir a su puesto de trabajo.
Las fuentes consultadas apuntan a que, si todo marcha según lo previsto, para esos días pueda haber en torno al 50% de determinadas compañías en su lugar habitual de trabajo, en todo momento bajo estrictas medidas de seguridad y tras haber sido sometidos, en la mayoría de los casos, a test de control de la enfermedad.
Tercera fase sin fecha
El tercer hito será cuando una mayoría de empleados puedan trabajar en su puesto habitual. No hay fecha para ese momento, aunque el Gobierno calcula que será en verano, siempre y cuando lleguen los test necesarios. De momento el consejo de ministros de este martes ampliará el teletrabajo como «opción preferencial» durante los próximos dos meses. El Gobierno está adoptando medidas bisemanales pero en el documento de trabajo de cara a la desescalada se contempla que puedan pasar a ser semanales, lunes tras lunes.