Aunque esta receta suele prepararse durante la Semana Santa, lo cierto es que puede elaborarse en cualquier época del año, ya que los productos que necesitamos no son de temporada. Por esta razón hoy os traemos la receta para hacer estas riquísimas torrijas caseras, tan típicas de la Semana Santa en León.
Es importante decir que, al igual que cualquier otra receta, cada uno puede hacerla de manera diferente, o con un proceso que puede variar, Así mismo, la variedad de recetas de torrijas es muy abundante. Hoy sin embargo mostraremos esta receta al estilo tradicional pero con un toque que solo la abuela leonesa podría darle. Aunque en un primer momento, la elaboración es similar a otras que podamos ver, espera al final…y tu paladar te lo agradecerá…
¡Vamos allá!
Ingredientes para realizar las torrijas caseras de Semana Santa
- Un litro de leche
- Una barra de pan del día anterior
- Una ramita de canela (si no tenemos, puede ser en polvo)
- Tres huevos
- La piel de un limón
- Cuatro cucharadas soperas de azúcar
- Aceite de oliva (mejor si es virgen)
- Azúcar y canela en polvo para rebozar
Preparación para las torrijas caseras de Semana Santa
- Cortamos el pan en rodajas al gusto, pero lo recomendable es que sean de unos dos dedos de grosor cada rebanada.
- Batimos los huevos en un cuenco.
3. En un cazo ponemos toda la leche junto con el azúcar, la piel del limón y la ramita de canela. Ponemos a fuego alto y cuando rompa a hervir, lo retiramos.
4. En una sartén al fuego, echamos aceite de oliva y lo ponemos a calentar.
5. Mientras tanto, vamos mojando las rebanadas de pan en la leche que ya habrá atemperado, empapando bien cada rodaja.
6. Cuando el aceite de nuestra sartén ya esté bien caliente, pasaremos las rebanadas de pan de una en una por el huevo y las vamos poniendo a freír por ambos lados.
7. Cuando estén bien hechas, las ponemos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela que tendremos preparada previamente.
Aún queda lo mejor: el toque final de la abuelita leonesa en sus torrijas caseras
¿Pensabas que ya habíamos acabado? De eso nada; ahora viene lo mejor.
Cuando las torrijas ya estén a temperatura ambiente, y con el azúcar y la canela bien fijadas a las rebanadas, es hora de buscar un recipiente donde nos quepan todas nuestras torrijas. Puede ser una fuente alta, o un táper.
Colocamos las torrijas una a una en el recipiente que hayamos elegido y una vez hecho esto, vertemos el resto de la leche sobrante por encima de tal modo que queden cubiertas por completo.
Tendrás como resultado una torrijas caseras hechas por ti misma, de una manera diferente, y que te aguantarán en la nevera sabrosas y sin secarse durante mucho más tiempo debido a este último paso que hemos realizado.
¿Pero cuál es el origen real de las torrijas?
Las torrijas, también llamadas torrejas o tostadas francesas, surgieron en Europa durante la Edad Media en países como España, Francia, Reino Unido o Alemania. Solían acompañarse de carnes, sobre todo de aves de caza. Aunque es verdad que la primera referencia histórica se encuentra en la Época Romana, concretamente en el recetario de Apicio, que era una obra que repasaba la gastronomía romana. Sin embargo, en esta época únicamente hablaba de sumergir la rebanada de pan en leche pero no en huevo. En España, el término torreja surgió en el siglo XV en un villancico de Juan del Encina, como plato muy apropiado para mujeres que acababan de dar a luz. Sería en el siglo XVII cuando se encuentran referencias de la palabra torrija en un recetario de Domingo Hernández de Maceras.
¡Qué aproveche!
Noemí López