Un polígrafo oculto de Lydia Lozano o una supuesta infidelidad de Kiko Matamoros a Makoke, fueron algunos de los secretos que se fueron desvelando a lo largo de la semana en el programa de entretenimiento.
Sin embargo la polémica venía de la mano del «bombazo» el cual anunciaron durante toda la semana como «la madre de todas las madres» refiriéndose a la relevancia de la información que el misterioso cofre.
Lo que ya muchos han definido como «una jugada sucia de Sálvame hacia el programa que presentaba Christian Gálvez», fue lo que ocurrió al desvelarse uno de los siete «no-secretos».
El programa de Telecinco quiso atrapar a su público para asegurarse su audiencia y así competir contra Pasapalabra que será quien lidere las tardes de Antena 3.
Sin embargo las primeras críticas hacía la ética de programa no tardaron en llegar. Lo único que querían tener, era al espectador pegado a las pantallas de sus televisiones en Telecinco para «quitar» audiencia al estreno de Pasapalabra en Antena 3.
Se puede decir que lograron su objetivo, pero no por ningún abrumador índice, ya que Sálvame obtuvo una audiencia de 2.192.000 espectadores (19,5% de share) y Pasapalabra 2.042.000 (18,1% de share).