La mayoría de los usuarios de Internet y de las redes sociales comparten sus datos personales. Muchas veces sin saber los riesgos que este acto acarrea en sus vidas.
Menores en redes sociales
Según los datos recogidos por la Agencia Española de Protección de Datos por cada 10 menores de 15 años, 7 tienen un teléfono móvil con acceso a Internet. Así mismo se ha realizado un promedio sobre el número de veces que un menor de edad publica alguna foto o información en sus redes sociales. Y los datos son alarmantes, ya que de media hacen un total de 26 publicaciones al día.
A su vez los menores comprendidos entre las edades de 9 y 16 años un 45% disponen de mínimo un perfil en una red social. Dicho porcentaje se dispara hasta el 83% si franja de edad es de los 15 hasta los 16 años.
Así mismo cabe mencionar que la mitad o incluso más de la mitad de los followers que tienen en sus redes sociales son «amigos virtuales». Por lo que no lo conocen en la vida real y no pueden saber si son quienes dicen de verdad.
«Oversharing» en las redes sociales
El «oversharing» es la sobreexposición que realizan sobre todo los menores de edad. Los cuáles publican en sus redes sociales cada paso que dan, y todo lo que hacen y dónde lo hacen en su día a día.
En todo el mundo se realizan más de 90 millones de publicaciones en Instagram en un solo día. La mayoría de ellas revelan algún aspecto importante de nuestra vida y que compartirlo puede llegar a ser peligroso.
Riesgos de la sobreexposición en las redes sociales
Cada vez que decidimos compartir nuestra vida en las redes sociales nos vemos expuestos a riesgos, los cuáles podrían traernos muchos problemas, e incluso podría llegar a ser muy peligroso. Los riesgos más comunes son:
- Suplantación de identidad: Es común ver listas interminables de seguidores en muchos perfiles de las redes sociales. Sin embargo a más de la mitad de ellos no los conocemos, por lo que no podemos saber si son quienes dicen ser. Y simplemente por el hecho de tenerlos en nuestras redes sociales puede saber todo lo que publicamos aunque sea un completo desconocido.
- Pornografía infantil: Es muy habitual que aquellas personas que son víctimas de este delito sea porque tienen en sus perfiles a personas que han suplantado la identidad de otros, y que envían peticiones de amistad masivas, y las víctimas la han aceptado, aún sin saber quién es. Por norma general los delincuentes se hacen pasar por alguien más joven para conseguir algunas fotos de desnudos y después chantajear a los menores con ellas.
- Secuestros: Otro de los riesgos que se adoptan al sobreexponer nuestra vida en las redes sociales son los secuestros. Ya que al publicar todo de nuestro día, si alguien quiere hacernos daño les basta con echar un vistazo a las redes sociales.
Amanda Arroyo