Una tradición «muy dulce» de León
En León existen muchas tradiciones, algunas más antiguas que otras. En esta ocasión os vamos a hablar de la historia de la cuelga leonesa, esa preciada costumbre que perdura en muchas familias, especialmente en ámbitos rurales.
La «cuelga» es una cinta llena de golosinas, caramelos y bombones que se regala en los cumpleaños o santos. Se introduce por la cabeza del afortunado y se le desea muchas felicidades. La idea es colocar la cuelga en un momento de descuido para el homenajeado y que no se lo espere. Es curioso porque esta tradición solo es conocida en nuestra provincia. Sales de León y nadie sabe de qué se trata.
El origen de la cuelga leonesa nos traslada a la montaña
La historia de la cuelga se remonta a la montaña leonesa. Originalmente la «cuelga» era un collar con manzanas atadas, pan, alguna pasta y otra variedad de alimentos que correspondían con lo que la tierra produjera en el momento del cumpleaños. Además, en ocasiones iba escondido un aguinaldo entre las manzanas.
Con la evolución del tiempo, el éxodo rural y los cambios sociales, las cuelgas evolucionaron hasta las que conocemos en la actualidad. Las manzanas fueron sustituidas por caramelos y el pan por bombones. Hay que destacar que las golosinas son una buena opción, ya que al estar envueltas son fáciles de atar y no se pierden.
¿A vosotros también os han regalado una cuelga?
Virginia González