En verano es habitual que haga buen tiempo. El problema es que en algunas zonas las temperaturas llegan a ser extremas, rozando los 40º o más. Esta situación propicia el riesgo de incendios y provoca insolaciones y golpes de calor en aquellas personas que se exponen al sol durante períodos largos de tiempo. ¿Cómo podemos protegernos? En este artículo te nombramos algunos consejos.
¿Cómo se combate un golpe de calor?
Esta semana ha llegado la primera ola de calor a España. Ya son 11 las comunidades autónomas que se encuentran en alerta. Las temperaturas superan los 35º y en algunas zonas alcanzan incluso los 41º. De momento, las previsiones sostienen que la ola se quedará hasta el próximo lunes.
Ante esta situación, es habitual que algunas personas sufran golpes de calor, una lesión muy grave provocada por las altas temperaturas y el exceso de calor en el cuerpo. En caso de padecerlo, es necesario el tratamiento de urgencia. Si no se trata, puede dañar el cerebro, el corazón, los músculos y los riñones. Incluso puede causar la muerte.
La principal medida para no sufrir un golpe de calor es evitar las horas centrales del día, sobre todo al mediodía, cuando las temperaturas son más altas. Se recomienda no salir a la calle en estos momentos, ni tomar el sol, ya sea en jardín, piscina o playa. Un exceso de calor puede causarnos dolor de cabeza, mareos, calambres y náuseas. También puede desorientarnos.
¿Qué hacer en caso de una insolación?
La insolación es una enfermedad que afecta a la cabeza por el excesivo calor del sol. Su principal causa es la exposición prolongada al sol y las consecuencias son vómitos, náuseas, calor de la piel, cefalea, somnolencia e incluso alteración de las fibras musculares.
En caso de que veamos a alguien en nuestro entorno que está padeciendo una insolación, debemos llevarle a la sombra y colocarle con la cabeza levantada en posición semisentada. Si podemos, es aconsejable retirarle algo de ropa para refrescar su temperatura corporal y abanicarla. Otra opción es colocarle compresas de agua fría en la nunca, cuello y frente. Además, beber agua también le fortalecerá, pero debe ser en pequeños sorbos. Por último, si la persona pierde el conocimiento, debemos tumbarla con las piernas flexionadas y llamar a urgencias.
Virginia González