Las verbenas. Qué bonitas son las verbenas. Esas fiestas en las que se junta todo el pueblo y solo sabes reír. Esas fiestas en las que sales solo de casa y al instante te has encontrado con algún conocido. Las fiestas de los mejores pueblos, donde la mayoría solo tiene un bar y todo el mundo ansía el comienzo de la orquesta, donde padres e hijos dejan el estatus familiar de lado y pasan a ser aliados de fiesta.
Las verbenas de este verano
Las verbenas suelen celebrarse durante todo el verano y cada pueblo tiene su propia fecha. Por eso los habitantes de los pueblos que no viven ahí durante el año, no hacen planes y vuelven a su segundo hogar. Reencontrarse con los amigos, los familiares de los amigos y sobre todo, con los mayores del pueblo. Los mismos que siguen sin pronunciar bien tu nombre, los que te reconocen a pesar de las cataratas y los mismos que hablan de ti como “la nieta o el hijo de…”.
Según el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, se han permitido las verbenas en toda Castilla y León pero con una condición. No bailar. Por lo que se dejó entrever el final de la historia: que sin baile no habrían fiestas. Y así fue, en muchos casos tuvieron que suspender las fiestas.
Morriña de fiestas de pueblo
Añoramos mucho esas fiestas. Tanto quizás, que ya estamos sonriendo de solo pensarlo. Y probablemente, no quede tanto para volver a ellas.
Es cierto que el número de incidencias está subiendo nuevamente y que han restablecido el toque de queda en varias localidades de las comunidades vecinas. Pero, también es cierto que el ritmo de vacunación y porcentajes de vacunados marcha bien. El ansia y la agonía por la pandemia, se va disipando. Nos hemos hecho a la situación y la estamos venciendo.
Por lo que no dejes de sonreír al escuchar la palabra “verbena”. Ya estamos viendo la luz al final del túnel.
Ane Garrido