Alarma en la ruta del cares, por la afluencia masiva y sin mascarillas de turistas, ya que este año la montaña está en auge, y el Principado presumía de estar libre de COVID-19.
Las personas que se decantan por este tipo de turismo, suelen juntarse con un grupo de amigos para pasar unos días por estos parajes y aprovechar para hacer ejercicio y respirar aire puro.
Llama poderosamente la atención lo que está sucediendo en esta ruta, que este año tiene el doble de turistas de lo que viene siendo habitual para esta época del año, provocando atascos en sus accesos.
Unas 3.000 personas al día que van buscando relajarse y desconectar de la rutina y del confinamiento que hemos sufrido estos pasados meses, además de buscar las suaves temperaturas asturianas.
Es tal el punto de preocupación de las personas que regentan locales próximos a esta ruta, que se están planteando incluso cerrar ante esta avalancha.
La ruta del Cares, uno de los destinos turísticos más demandados
Salir de las grandes ciudades, disfrutar de los paisajes espectaculares, pero sin olvidar el peligro de la alta montaña, ya que son 12 kilómetros de ruta que discurren por desfiladeros de 60 metros.
Hay que equiparse con agua, calzado y ropa adecuados además de llamar previamente para informarse sobre la meteorología, ya que no podemos dejar lugar a la improvisación.