Una de las comidas más típicas en León y más en estas fechas, son las rosquillas de San Froilán, estas hacen que nuestro menú típico de esta festividad acabe por todo lo alto. A pesar de lo famosas que son actualmente, estas no se realizan desde hace muchos años.
Origen de las rosquillas de San Froilán
Las rosquillas de San Froilán son un dulce, una receta deliciosa y tradicional de la gastronomía leonesa, estas se realizan para celebrar la fiesta que lleva el nombre de este delicioso dulce, que es el día 5 de octubre. El patrón de nuestra ciudad es San Marcelo, sin embargo para los leoneses la fiesta de San Froilán es también muy importante, además poco a poco las fiestas han conseguido ir ganando importancia gracias a un programa de fiesta de San Froilán muy completo y para todos los gustos.
Este delicioso dulce tiene su origen en los año 80 y fueron creadas por Santiago Pérez, que trabajaba en la confiterías «La Coyantina» y era un excelente maestro pastelero de origen leonés, cuando esta cerró, Santiago Pérez decidió mostrárselas al resto de confiterías, en ese momento fueron muchas las pastelerías y confiterías de León, como la «confitería Asturias» de Luis Cesar García, los que comenzaron a hacerlas y así lograron que este producto se convirtiera en un imprescindible en la comida típica de San Froilán y un dulce típico de la fiesta de San Froilán.
Ingredientes de las rosquillas de San Froilán
- Leche entera 250 ml.
- Mantequilla 75 gr
- Huevos tamaño M 3 unidades
- Harina 150 gr
- Ron blanco 20 ml
- Sal
- Azúcar una cucharada
- Aceite de girasol
- Azúcar glass 125 gr
- Zumo de limón
- Agua 2 cucharadas
Preparación de la masa de las rosquillas de San Froilán
- Lo primero que tenemos que hacer es colocar en un cazo la leche, y a esta añadirle una cucharada de azúcar, la mantequilla y una pizca de sal. Ponemos el cazo a calentar y mientras mezclamos todos los ingredientes para que queden perfectamente integrados unos a otros.
- En el momento que la leche esté a punto de hervir ha llegado el momento de incorporar la harina, esta la añadiremos de una sola vez. Tenemos que mezclarlo todo con fuerza para que la masa coja la consistencia perfecta, esto ocurrirá cuando la masa se despegue sin ninguna dificultad del cazo. Cuando esto pase la vamos a retirar a un bol y la dejaremos reposar hasta que atempere.
- Cuando la masa esté templada y aún en el bol, añadimos el ron blanco y uno de los huevos, mezclamos bien, añadimos el segundo huevo y volvemos a mezclarlo todo y por último añadimos el tercero y volvemos a mezclarlo todo, al final nuestra masa quedará un poco pegajosa, pero esta es la textura perfecta que buscamos.
- A continuación debemos de pasar la masa a una manga pastelera rizada ya sea de tela o de plástico, tenemos que colocar una boquilla gruesa, antes, debemos de colocar un trozo de papel de horno que sea grande, ya que será sobre él donde empezaremos a darle forma a las rosquillas. Te recomendamos que recortes los trozos de papel donde estén las rosquillas, ya que así será más fácil después freírlas.
¿Cómo freír correctamente las rosquillas?
- Cuando tengamos la masa de las rosquillas calentaremos abundante aceite de girasol en una sartén alta, pero que no se muy ancha. En el momento que coja temperatura añadiremos las rosquillas de San Froilán, primero con el papel hacia arriba, con el calor de la sartén este poco a poco se irá desprendiendo, lo retiraremos y les daremos la vuelta.
- En el momento que estas estén hechas colocamos en un papel de cocina, reservamos y dejamos que se enfríen. Ahora ya solo queda el toque final, el favorito para muchos, preparar el glaseado para las rosquillas de San Froilán.
- En un bol colocamos el azúcar glass, al cual le vamos a añadir las dos cucharadas de agua y unas gotas del zumo de limón. A continuación mezclamos todo bien y ya tendremos listo el recubrimiento para las rosquillas, cuando las bañemos en esta mezcla, las dejaremos secar y perfectas para disfrutar de ellas.
Amanda Arroyo