Seis niños y dos monitores que participan en un campamento de verano de Málaga fueron alcanzados el pasado jueves por balines disparados por un adolescente desde un edificio cercano. El susto fue mayúsculo pero, por suerte, ninguno sufrió lesiones graves. El autor de los disparos, un menor de 14 años, ha sido identificado por la Policía.
Los hechos, adelantados este viernes por Diario Sur y confirmados por la Policía, sucedieron en el colegio Eduardo Ocón, en la barriada malagueña de Huelin. Era la hora del recreo, que disfrutaban los 150 niños apuntados al campamento que organiza la Asociación Trans.
Los monitores comenzaron a escuchar unos ruidos de impactos. Los de los balines contra las puertas y cristaleras del centro. Pero entonces, varios de los niños empezaron a quejarse de que algo les había picado, pensando incluso en principio que podría tratarse de algún insecto.
Cuando los monitores vieron en el suelo los proyectiles, salieron de dudas. Rápidamente desalojaron el patio y metieron a los menores en el interior del colegio. Dieron aviso entonces a la policía, que rápidamente logró identificar al responsable de los disparos. Se trata de un menor de 14 años que por su edad resulta inimputable.
Los padres no fueron informados de inmediato, dado que las heridas de los pequeños no revestían gravedad. A la salida del campamento, se les instó a acudir a un centro de salud para obtener un parte de lesiones.