La Guardia Civil tiene previsto una reconstrucción de lo sucedido durante los doce días en los que el pequeño Gabriel estuvo desaparecido hasta que su cadáver fue hallado cuando era trasladado en el maletero del coche de la novia de su padre, Ana Julia, que permanece detenida en la Comandancia de la Guardia Civil Almería, donde ha pasado la noche en sus calabozos.
Para la reconstrucción, los investigadores tienen previsto trasladar hoy a la detenida hasta el lugar, una finca propiedad de la familia paterna del pequeño situada en el Valle de Rodalquilar, a pocos kilómetros al sur de Las Hortichuelas, en el sentido opuesto hacia donde se centraron las batidas de búsqueda del pequeño Gabriel. Se trata de una finca con varios pozos que tiene una especial vigilancia por ser uno de los escenarios del crimen del menor.
Los registros en la finca familiar han comenzado poco antes de las 13.00 horas con la llegada de la policía científica al lugar, que rastrea palmo a palmo el terreno. Por el momento, la detenida permanece en la comandancia de la Guardia Civil en Almería.
El arresto de Ana Julia se produjo en Puebla de Vícar, el pueblo almeriense a unos 80 kilómetros al oeste de Las Hortichuelas donde residía con Ángel, el padre de Gabriel. Los agentes que la seguían observaron cómo la mujer sacó el cadáver de Gabriel de un pozo donde estaba oculto, lo metió en el maletero de su coche envuelto en mantas y condujo el vehículo hasta dicho bloque de viviendas. Antes de que entrara en el garaje, los agentes le cortaron el paso y, tras comprobar que el cadáver de Gabriel estaba en el coche, procedieron a su detención.
Se da la circunstancia de que la zona donde estaba oculto el cadáver está situada en un punto cardinal diametralmente opuesto al del hallazgo de la camiseta por la detenida días antes. Según los investigadores, Ana Julia Quezada podría haber efectuado la operación de traslado del cuerpo por miedo a que fuera encontrado en alguna de las constantes batidas que se han estado haciendo en un radio de hasta 12 kilómetros del punto en el que se pierde la pista del niño y en las que han participado hasta 400 personas por jornada.
Según han desvelado fuentes de la investigación, el pozo había revisado el primer día del operativo de búsqueda, el pasado 28 de febrero, por lo que los investigadores creen que la detenida pudo ocultar el cadáver en algún punto de la finca -algunas evidencias sugieren que estuvo enterrado- y trasladar después el cuerpo hasta el pozo.