Volver a la normalidad después de la pandemia significa también volver a ciertas actitudes como cívicas. Con la recuperación de las fiestas también regresan los Quintos cuyo paso suele dejar «huella» por la localidad en cuestión. En las últimas semanas se multiplican las celebraciones de las quintadas que, en algunos casos, llegan con los «efectos secundarios» de las gamberradas.
Este año además se da la circunstancia de que las quintadas que no pudieron celebrar su fiesta cuando las tocaba la celebran este año, por lo que ha sido habitual tener varias fiestas de quintos seguidas (cada una de un año correspondiente).
Los Quintos, además de fiesta y chiflas, también tienen consecuencias menos agradables. Hace unas pocas semanas, en Valencia de Don Juan varios vecinos denunciaban molestos, a través de redes sociales, que sus coches habían amanecidos «pegados» con pegatinas de los Quintos. Una situación que también ha sufrido algún vehículo en Villaquejida, muestra de ello este John Deere . En una localidad de la montaña, los tiestos de los vecinos sufrieron la «gracia» de los quintos y en el Órbigo la ropa de algunos tendales acabó «algo sucia».
En otras localidades, ¡hasta una pared ha sufrido los efectos secundarios de los Quintos!.
La fiesta ha regresado y con ella los Quintos y sus gamberradas que no siempre hacen gracia.