Posiblemente no sepas ni de lo que hablo cuando me refieron al Monumento de una iglesia. Hace años todas las iglesias tenían monumentos, en la actualidad el monumento de Villacé es uno de los supervivientes de una antigua tradición. Se trata de ocultar los altares durante la Semana Santa mediante una elaborada estructura móvil denominada monumento. La idea es ‘ocultar’ el oro y las esculturas de las iglesias. Para ello se realizaron los denominados ‘monumentos’, grandes estructuras que se instalaban con la llegada del Domingo de Ramos y se retiraban para el Domingo de Resurrección.
En Villacé aún mantienen esta tradición y, cada año, instalan esta magnífica estructura del siglo XVII. De vivos colores y aspecto tridimensional. Este monumento tapa al completo el increíble retablo de esta iglesia que atesora más de una joya (asombroso su artesonado mudejar).
La tradición del monumento apenas se conserva en la provincia
Esta tradición apenas se conserva, pero en su día fue la ‘norma’ y costumbre. Era la época en la que estaba prohibido los ‘oros’ y las ornamentaciones, igual que estaba prohibido el uso del sonido metálico durante la Semana Santa.Esta magnífica pieza está formada por varias piezas de tela armadas en un armazón de madera que consigue un aspecto tridimensional. Su origen, así como sus pinturas de vivos colores, son del siglo XVII.
Una visita obligada esta Semana Santa para descubrir una joya creada para ocultar otras. Lo puedes encontrar en Villacé, pedanía de Villamañán.