Hace ocho años el sector de la minería vivió uno de los golpes más duros que se recuerdan en años. El 28 octubre del 2013 un total de seis mineros del Pozo Emilio del Valle, de Santa Lucía de Gordón perdieron su vida. La causa de las muertes fue un escape de gas grisú en el interior de la mina.
Cabe destacar que a estos seis muertos hay que añadir cinco heridos, y que todos ellos ha día de hoy aún sufren graves secuelas. Durante esos días toda la familia minera lloraba por estos seis hombres. Para los que para algunos eran más que simples trabajadores, eran compañeros, amigos, hijos y hermanos.
Días de dolor y sufrimiento
Durante los siguientes días todo eran muestras de dolor en la cuenca minera de La Pola de Gordón. Las lágrimas de toda la familia minera eran negras, negras color carbón.
La misa por los seis mineros fallecidos se realizó dos días después. Tuvo lugar en el pabellón deportivo de Santa Lucía de Gordón. Durante toda la misa por los seis compañeros caídos lo que se escuchaba era el llanto de todos los allí presentes, así como los aplausos que se produjeron cuando pasaban los coches fúnebres. Y como no podía ser de otra manera el himno de los mineros, Santa Bárbara bendita.
Un día antes tuvo lugar una concentración de toda la cuenca en el Ayuntamiento de La Pola de Gordón. En ella, como homenaje se realizaron seis minutos de silencio, uno por cada muerto. Sin embargo, las familias de estos mineros llevan ocho años de silencio por parte de la justicia y de la propia empresa de la Hullera Vasco Leonesa.
Un juicio que llega ocho años tarde
Desde el periódico de Digital de León nos hemos puesto en contacto con uno de los familiares de las víctimas. Nos informa de que por fin ya hay fecha definitiva para el juicio, tendrá lugar este próximo día 5 de abril. Cabe destacar que dicho juicio llega ocho años después de la muerte de los mineros.
Una de las preguntas más obvias que se nos vino a la mente es, por qué no se había realizado el juicio antes. Su respuesta fue muy clara, la empresa Hullera Vasco Leonesa ha puesto, y sigue poniendo todos los medios para que el juicio se retrase lo máximo posible.
Por lo que cada vez que el juico parecía que iba a tener lugar, presentaban un recurso. Y así recurso tras recurso y año tras año, casi ocho años después sigue sin haber justicia para los fallecidos, Manuel Moure, Roberto Álvarez, Orlando González, Antonio Blanco, José Luis Arias, y Juan Carlos Pérez.
Los familiares de las víctimas reclaman que perdieron la vida por negligencias cometidas por la empresa. Ya que la zona en la que se encontraban trabajando no tenía las medidas de seguridad adecuadas.
Así mismo confirman que muchos mineros habían informado previamente del inadecuado estado de la rampa. Pero que aún así la empresa hizo oídos sordos y siguió sin asegurar la zona.
Por parte de la empresa alegan que eso no es así, que fue un trágico accidente en el que a su parecer no se produjo ninguna negligencia. Simplemente fue algo imprevisto.