Un ganadero de la montaña leonesa, en el municipio de Valdepiélago, se enfrenta a una multa de 38.001 euros que le impone la Delegación del Gobierno de Castilla y León, en nombre del Ministerio de Fomento, porque un tren de FEVE arrolló a una vaca de su propiedad.
El convoy que hacía la línea León-Cistierna no llevaba pasajeros, no descarriló y tampoco sufrió daños, únicamente un retraso de 4 minutos.
La organización Asaja denuncia el caso y explica que, a veces, en la montaña es imposible evitar que los animales crucen las vías o las carreteras, como ocurre también con los salvajes. Además, el ganadero en cuestión, ya pagó una multa de 800 euros a la Agencia de Seguridad Ferroviaria, en el momento del suceso.
El secretario general de Asaja, José Antonio Turrado, advierte que «este tipo de normas y sanciones son un ataque más al desarrollo rural».
Contra el el ganadero de la montaña leonesa
Turrado solicitará una reunión con el nuevo delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, que toma posesión oficial el jueves día 20, para que conozca el problema y tome las medidas oportunas, incluso con vallas en las vías o pasos elevados.
Según los datos que aporta Asaja, el Área de Fomento de la Delegación del Gobierno le impone al ganadero titular de la explotación una multa de 38.001 euros, al margen de hacerse cargo también de la responsabilidad por daños si fuera el caso.
Se da la circunstancia que inicialmente el expediente lo instruyó la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, reclamando la multa de 800 euros al calificar la sanción como “leve”, y que el ganadero pagó en plazo, pero ahora se ha trasladado a la Delegación del Gobierno, que sanciona el hecho ya sancionado y lo tipifica como “muy grave” e impone la multa antes citada.
El ganadero no puede garantizar al cien por cien que los animales no invadan la vía
ASAJA considera que esta actitud de la Delegación de Gobierno es contraria a los intereses de los vecinos de los pueblos por lo que pasa la vía de FEVE y en particular de los ganaderos, que hasta ahora han convivido siempre con el paso del tren sin mayores incidencias. El ganadero no puede garantizar al cien por cien que los animales no invadan en un momento determinado la vía, como tampoco se evita que la invadan los animales salvajes, que son mucho más peligrosos todavía y frecuentes sus atropellos. Y no puede evitarlo ya que el diminuto tamaño de las fincas y el hecho de que sean de múltiples propietarios o de entidades públicas, hace imposible un vallado más consistente que los cierres actuales con hilo de alambre electrificada (pastor eléctrico).
El sector ganadero no se aparta de hacerse cargo de los daños que pueda provocar un animal que accidentalmente invada una carretera o una vía del tren, y para ello generalmente se tiene suscrito un seguro de responsabilidad civil de explotación, pero multas de esta envergadura, que por otra parte no cubren los seguros, conllevan la ruina del ganadero y consecuentemente el cierre de la explotación. Son un ataque más a los intereses de la España vaciada.
ASAJA hace una llamamiento al nuevo delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, que toma posesión el jueves día 20 con la presencia del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, para que sea sensible con los problemas de los ganaderos leoneses y revise la calificación de esta y otras sanciones por circunstancias similares, graduándola como leve. También, ASAJA pide la Gobierno que se encargue de proteger las vías instalando pasos elevados donde sea necesario y vallándolas para evitar que las invadan los animales domésticos o animales salvajes.
Si bien este caso que denuncia ASAJA es actual por haber recibido el ganadero estos días la comunicación de iniciación de expediente sancionador, no es el único que se ha producido en la provincia en el último año.