La depuradora, inaugurada en 2015, carece de autorización de vertido. Así lo afirma Ecologistas en Acción de León. Esta entidad explica que ha vuelto a solicitar a CHD, al Ayuntamiento de Riego de la Vega (titular de la EDAR) y a la consejería de Medio Ambiente que actúen coordinadamente para que se cumpla y se haga cumplir la Ley de Aguas y la normativa ambienta y cesen los vertidos contaminantes no autorizados a la acequia La Zaya que riega la Vega del Tuerto.
El pasado 15 de marzo CHD notificó a esta asociación que la EDAR de Riego de la Vega -infraestructura que recibe las aguas residuales urbanas de las poblaciones de Toralino y Riego de la Vega y las aguas residuales industriales del polígono industrial “Vía de la Plata”- carece de autorización de vertido. En consecuencia, se solicitó “la paralización del vertido contaminante no autorizado de la EDAR».
Ecologistas afirma que la respuesta de la Comisaria de Aguas, recibida en abril, es que «no es viable paralizar el vertido urbano de las dos localidades» y se informa que «con fecha 29 de marzo de 2022 se ha remitido escrito al Ayuntamiento de Riego de la Vega en el que insta al Ayuntamiento a que ordene el cese del vertido de aquella/s industria/s que vierten a su colector municipal sin depurar o con una depuración insuficiente».
CHD se manifiesta incompetente para evitar la contaminación provocada por el vertido de una EDAR que ha dejado funcionar, desde el inicio de su actividad hace más de siete años, sin la autorización de vertido prevista en la Ley de Aguas. No obstante, CHD se ampara en el artículo 101.2 de esa Ley, para delegar toda la responsabilidad en el Ayuntamiento de Riego de la Vega, titular de la EDAR; reconociendo al mismo tiempo que la causa de la contaminación que sufre la acequia La Zaya, receptora del efluente de la EDAR, se debe a las aguas residuales industriales que, sin el adecuado tratamiento previo, llegan a la EDAR a través de los colectores municipales; a sabiendas de que esos vertidos industriales «sin depurar o con una depuración insuficiente» pueden acabar en el dominio público hidráulico, por carecer las industrias del polígono de su propia autorización de vertido, y disponer únicamente de los colectores municipales para evacuar sus aguas residuales.
Ecologistas en Acción de León recuerda que los campos de labor de la Vega del Tuerto se riegan con la Zaya, ramal histórico del río Tuerto, «por lo que al daño medioambiental hay que añadir los riesgos para la salud pública que implica la potencial contaminación de cultivos, que pueden llegar a la cadena alimentaria; así como la contaminación, por filtración a las aguas subterráneas, de los pozos de abastecimiento a las poblaciones cercanas». «Concretamente el agua contaminada de la Zaya prosigue su recorrido hacia Santa María de la Isla, Santa Colomba de la Vega y acaba en el río Tuerto, después de La Bañeza, contaminando a su paso cultivos, pozos,… y finalmente al mismo río» relata la asociación..