Las indemnizaciones de Ertes que acaben en Ere, solo podrá cubrirlas el Fogasa en apenas un 25%, ya que el presupuesto de 796 millones de euros del que dispone, quedaría totalmente agotado.
El Fogasa puede quedar sin fondos
Es complicado que salga adelante la propuesta de que la empresa y el Fondo de Garantía Salarial abonen a partes iguales los costes que supondrían despedir a medio millón de trabajadores que están ahora mismo bajo un Erte.
Ahora mismo la situación del mercado laboral en España es de una gravedad absoluta, ya que muy posiblemente, medio millón de personas pasen a engrosar las listas del paro, debido a que los Ertes van a perder la condición de causa de fuerza mayor.
En este momento no sería posible mantener la totalidad de los Erte hasta fin de año. Hay que tener en cuenta que para el empresario, un trabajador que se encuentra en esta situación, no le genera ningún gasto, puesto que no tiene que abonar ni las cotizaciones, y tampoco el sueldo.
También es importante considerar que el Servicio Público de Empleo (SEPE) ahora mismo, está totalmente colapsado, hasta el punto de que las empresas tienen que realizar las comunicaciones a través de plantillas en formato xls, que se revisan con un retraso importante.
El silencio administrativo del SEPE, un coladero
Estos retrasos en las contestaciones pueden provocar situaciones bastante surrealistas, en las que por un silencio administrativo un trabajador se puede beneficiar de unas prestaciones que no le correspondan.
Te contamos un caso, que no se puede denunciar, porque es una situación totalmente legal, pero no por ello deja de ser sorprendente.
Un trabajador que dan de alta hoy en una empresa, y mañana lo mandan al Erte por fuerza mayor, y que nunca antes había trabajado, pasa a cobrar la prestación por desempleo. Esto es así, porque en este tipo de Ertes no es necesario ningún periodo de carencia para cobrar el paro. Y además, la cobra hasta que dure el Erte.
Este es un caso real, de una empresa ubicada en el norte de España, que hemos conocido, aunque suponemos que hay más casos a lo largo de toda la geografía española.
La desconfianza en la economía española, un lastre
En este momento, las perspectivas del mercado laboral son bastante malas, ya que los empresarios no creen en la recuperación económica. Lo que sí parecen tener claro es que habrá ajustes relevantes de salarios, y de las plantillas.
Y es que al principio de esta grave crisis, todos pensábamos que en el verano se podría recuperar poco a poco la estabilidad, e ir finalizando los Erte, aunque no ha sido así. Tenemos que ver que los países como Alemania , Francia o Italia, se recuperan de una forma más sólida que España. Tampoco ayuda que el gobierno central esté inmerso en un constante conflicto con las administraciones territoriales y los partidos políticos.
Por todos estos motivos, veremos cómo los despidos van a crecer exponencialmente, y cómo las cuentas de la seguridad social van a tener más presión que nunca. Como ya hemos comentado, el Fogasa podría cubrir solo el 25% de las posibles indemnizaciones. Eso sí, por el momento las pensiones de nuestros jubilados está previsto que se puedan mantener.