Lo primero es el desarrollo y fundamentación de la persona en el tiempo más trascendental de la vida (0 a 6 años), tiempo educativo. DESPUÉS vendrá –a su debido tiempo- lo escolar que, sin duda, refuerza, complementa y potencia la persona.
Necesitamos formar personas anti-frágiles. Alex Rovira lo expresa genial: “Hoy lo revolucionario es ser persona: saber escuchar, saber acompañar, regalar afecto y ternura, amabilidad, saber dar dándose y vivir desde la gratitud, amar”. Todo esto y otras cosas que ponen fundamentos, es mucho más importante y anterior a leer y escribir. Todo esto es “tiempo educativo”, es la “educación infantil” (no la escuela infantil).
Paulo Freire decía que la Educación Liberadora consiste en actos de cognición, no en pasar información, y Mc Lelland lo llama cognición corporalizada (embodied cognition); trabajar el cuerpo y con el cuerpo como base de la funcionalidad emocional y cognitiva (que no las da una tablet ni ningún otro cachivache tecnológico), imbuirse de lo natural en la naturaleza, en la realidad real no virtual, ni siquiera abstracta, sino concreta-humana-personal-real, natural y social. Una vez más, todo esto antes de leer y escribir que es lo propio de Primaria “tiempo escolar”. El cuerpo, mediante sus movimientos, desarrolla el cerebro; leer viene después para ampliar.
Niño persona que se construye desde que nace (y antes) porque su cuerpo-herramienta cambia y produce cambios “el cambio es el resultado final de todo aprendizaje auténtico” (Leo Buscaglia). Y con ese cuerpo aprendiente va pasando a la asimilación del medio próximo primero y el medio natural progresivamente y con ello los valores sociales de casa para ir progresando en esa revolución personal que sabe y da y agradece y ama; para lo cual no necesita leer, ni escribir, ni escuela (que viene más tarde); pero sí necesita libertad, presencia, ambientes afectivos y la realidad real (no virtual); la realidad concreta, no abstracta ni simbólica como son letras y números.
El cuerpo (es el motor) impulsa el neuro-desarrollo y el neuro-desarrollo mejora el impulso del cuerpo. Eso no lo hace la lectura, más bien la lectura llega sola y fácil cuando el neuro-desarrollo ya controla el cuerpo y surge el impulso simbólico.
Mucho daño se está haciendo a los niños con forzarles en aquello para lo que su neuro-desarrollo no está bien preparado. Adelantar escuela, despreciar la madurez requerida, presionar al niño contra natura, homogeneizar niños desiguales “a costa de lo que sea”, eso es lo que se hace con escolarizar a los 3 años (y antes como proponen zoquetes políticos que quieren escuela para todos de 0 a 18 años) ¡Lo que hace la ignorancia! Ignorantes populeros que por un voto son capaces de arruinar una y mil vidas.
El maltrato infantil es más abundante, más dañino y más perverso que cualquier otro maltrato; pero no hay leyes contra ello (hay quienes quieren poner leyes para que se maltrate más y desde más temprano); los niños no protestan, solo lo sufren, a veces de por vida. ¿Qué perversión invade nuestra sociedad y a nuestros políticos, también a muchos padres?
Los niños para ser personas totales y no frágiles, necesitan vivir la niñez en plenitud y eso nada tiene que ver con acelerar sus procesos ni con virtualizarlos con cachivaches lo antes posible para que dejen de ser niños-personas reales y, por tanto, felices.
Primero personas anti-frágiles, para que cuando llegue “el tiempo escolar(6-7 años)” con el adecuado neuro-desarrollo será feliz y fructífero; sin violencia, sin aversión, sin fracaso. Primero niñez, después escuela.
Dedicado a la Comisión Parlamentaria que prepara el Pacto por la Educación, y a muchos padres que aceleran a sus hijos.
Autor: Isidro García Getino