Música Independiente en pandemia. Escuchar a C. TANGANA en madreñas
Esto no es cosa de ahora, que dicen que el 90% de las salas que ofrecen música independiente van a cerrar, ya estaba la cosa malita de antes. El problema es que no se supo valorar nunca las propuestas musicales de los chavales jóvenes en este país. No se cuidó la escena. Cuando le cuento a la gente que no he podido vivir ni un mes de la música, tocando en cinco países como he tocado, se sorprenden, pero no es ninguna sorpresa, es que las salas no pagan a los músicos.
En los años 90, los empresarios de ocio valoraban más ciertas propuestas y podías tocar en un pueblo de la provincia de León y te pagaban 20.000 pesetas y te daban de cenar y una cama. Ahora pagan 50 euros con suerte, si eres amigo del dueño del local, y está claro que con ese dinero ahora mismo no te pagas ni la gasolina.
Música independiente, actuar sin cobrar y no cuidar a los músicos
Llenar el MUSAC dos veces, que eso lo he hecho yo con mi banda y estar 12 horas allí preparando la actuación y que no te den ni de comer ni un botellín de agua en el escenario. No es que no cuiden a los músicos ya, es que nos dejan morir. Igual quieren que encima lo des todo sobre el escenario si llevas 12 horas sin comer ni beber. La única vez que firmé un contrato por una actuación en mi vida, fue en el año 2014 cuando tocamos en la Universidad de Oviedo, nos hicieron contrato e incluso a algunos de los músicos les dieron de alta en la seguridad social. Nunca más pasó eso.
Hablo de un sector totalmente “pirata” que no cubre nunca ni la seguridad social de los músicos, es normal que esté totalmente hundido y que ahora te vengan encima con el cuento de “Apoya a las salas: apoya la cultura” … Yo no trago. Se trata de un sector que cobran todos los que llevan a cabo el concierto, siempre más que los músicos. La sala se llena y ganan dinero, cobran los camareros, los porteros, los técnicos de sonido cobran, los de luces, los de monitores, todos con sus nóminas, para que luego el peso del evento lo lleve un músico que no tiene ni la seguridad social cubierta ni ve un duro la mayoría de las veces. Aprovecharse de la gente que tiene cualidades musicales, es lo que han hecho estos de las salas durante 50 años, y ahora vienen a pedir ayuda.
Cuando toqué para Podemos
Tampoco me pagaron nada ni cuando toqué en 2013 en un mitin del partido político Podemos. Yo esperaba que Podemos tratase mejor a los músicos y que cambiaran algo las cosas, pero ese día, los únicos que no cobramos nada fuimos los músicos, como siempre. Tampoco nos han vuelto a llamar los de Podemos, ahora que están en el poder y tienen dinero, no esperes nada de los políticos.
La música independiente, la lucha de siempre
Decía el escritor Michael Azerrad que “El universo musical on line se ha convertido en basura, con muchos sitios que se convierten en nichos en minutos. Esto funciona bien para llegar a demografía muy específica, lo cual es maravilloso para la publicidad, pero va en contra de la creencia popular de que los gustos de la gente se han vuelto más diversos cuando la música de cualquier tipo se ha convertido en un clic de distancia”, esto ha derivado en que hay un montón de gente que se considera “enteradilla” y sabia en cuanto a música moderna se refiere, porque son capaces de hacer clic en una web, que no tiene ningún misterio ese acto. Gente que alaba mucho más a una oscura banda de Portland o de Glasgow, que a su vecino de enfrente de León, que lleva 26 años haciendo música. La lucha de siempre.
Youtube es una catástrofe cultural
Cuando dice Simon Reynolds, el crítico de rock más famoso de los últimos años que “Youtube es una catástrofe cultural” es porque echa de menos lo de meterse en una sala underground con 20 personas a botar y a bailar con la banda de hardcore más oscura de la ciudad. Esos tiempos ya no volverán. La pandemia los va a poner a todos en su sitio. Si esperas ganar unos pocos euros por colgar tu música y que la gente te de un “like” o haga un “clic” estás preparado, chavalito.
El dinero se gana sudando, y donde se suda es en la oscura sala underground desconocida de la ciudad donde van todos los viernes 20 personas. Y claro, hacer dinero con 20 personas de público es ciertamente complicado. Nunca fue rentable. Que me lo digan a mi, que he ganado más dinero a veces tocando ante 20 personas que cuando he tocado ante 2000. Cuando tocaba ante 2000, el dinero se lo llevaba la empresa promotora, claro, el músico no ve nunca ni un duro. Las empresas ganan siempre.
La música no es gratis
Que no se engañen los músicos, que muchos se intentan reinventar haciendo conciertos en streaming y publicando sus cuentas de Paypal en sus videos de Youtube, y eso no es nada nuevo, se lleva haciendo desde el año 2005 y no funciona. La gente lo quiere todo gratis, desde el dueño de la sala que te lleva a tocar por hacerte “un favor” hasta el de la empresa promotora musical más potente de Barcelona. ¿Quién hace el favor a quién? Estos meses van a ser muy duros para el músico, acostumbrado a ser el centro de atención, la lucha de egos va a ser ardua y va a culminar en Youtube y en Spotify, y los de Bandcamp, que es la única plataforma que le da directamente al músico todo el dinero que genera, cada vez la usa menos gente.
Tangana
Tangana tiene 10 millones de reproducciones en Youtube, así está el país. Le hacen las canciones cuatro adinerados productores y él pone su carita y sus collares de oro en la foto. ¿Queréis ser como ese? La peña quiere ser como él: un producto. El danone caducado, oiga. Antes iba de malote y ahora se ha enamorado.
Me voy a quitar las madreñas que me están saliendo ya juanetes.
Gazpacho Rodríguez