Las aguas de ocho de cada diez playas asturianas son excelentes para el baño, la máxima calificación sanitaria que se concede en la Unión Europea a partir de los análisis semanales que se realizan de junio a septiembre en las tres últimas temporadas, en este caso, en el período 2014-2016.
Según los resultados obtenidos el año pasado por la Agencia de Sanidad Ambiental y que están vigentes durante esta temporada, el 98,6% de las zonas de baño de la comunidad presenta una calidad adecuada de las aguas. De ellas, el 80% es excelente, mientras que las restantes se dividen a partes iguales entre buenas y suficientes. Según estos datos, sólo hay un único punto de la costa en el que la calidad se considera escasa, por lo que no se recomiende el baño en esa zona.
Las calificaciones se calculan con arreglo a la normativa comunitaria, lo que permite que todas las playas europeas se evalúen de la misma forma y sus datos sean comparables. En España, además, los datos se incorporan al Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño (Náyade), que depende del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
61 zonas de baño y 71 puntos de muestreo
En el censo oficial de esta temporada figuran 61 zonas de baño, con 71 puntos de muestreo repartidos en 19 municipios.
Respecto a los resultados del año pasado, tres playas mejoran su calificación: Frexulfe, en Navia; San Pedro de Bocamar, en Cudillero, y la Palmera, en Carreño, que pasan de calidad buena a excelente. Otras siete pasan de excelente a buena: Arnao, en Castrillón; San Lorenzo, a la altura de la escalera 12, en Gijón, y San Antolín y El Sablón, en Llanes. Por su parte, La Cueva, en Valdés; Poo, en Llanes, y La Franca, en Ribadedeva cambian de una situación buena a aceptable.