La montaña de León se cubre de nieve
La montaña de León nos regala paisajes increíbles que por muchas veces que los veamos siempre nos sorprenden y no nos cansan nunca porque son hermosos.
Estas preciosas imágenes nos han llegado esta mañana desde el Valle de Laciana, la morada del urogallo y del oso pardo, donde los bosques son inmensos.
Mira qué fotos tan bonitas de la montaña leonesa
Laciana, reserva de la biosfera
El valle de Laciana es reserva de la biosfera desde el 10 de Julio de 2003, cuando la UNESCO reconoce el tesoro que tenemos en la montaña leonesa y merece preservarse.
Pero Laciana además, tiene muchas otras cosas que animan a todo el mundo a visitarla una y otra vez. Es indudable que el remanso de paz en el que te vas a ver envuelto te animará a querer más, pero si pruebas su gastronomía, te vas a perder del todo.
¿Qué platos destacan en Laciana?
Como ya te estarás «abarruntando» la comida lacianiega no se va a caracterizar por ser muy dietética, aunque te garantizo que sí exquisita.
El samartino
Desde luego que el samartino es de lo que más se come, si tienes suerte de poder hacer la matanza en tu casa y curarlo en una cocina vieja con el aire gélido de la montaña. La cecina, el chorizo, el jamón y por supuesto la morcilla y el tocino, además del lomo y el botillo. Pero no nos olvidamos de unos buenos chichos con patatas y huevo, además de una buena hogaza de pan para mojar.
Los caldos
En otro sitio los llaman potaje, pero en Laciana toda la vida han sido caldos. Ya pueden ser de berza, de repollo, fréjoles… eso sí, cocidos con una buena leña, ya sabes, samartino.
La empanada del país
Así se llama, empanada del país, porque es diferente al resto de empanadas a las que estás acostumbrado. El relleno es de trozos de chorizo, tocino y costilla, con una peculiaridad en la forma de comerla. Tienes que separar la tapa de arriba de la empanada y vas cortando trozos de esa tapa para comer lo de dentro.
El cuecho
En Babia lo llaman rabón, pero en Laciana es cuecho desde que tenemos memoria gastronómica en el Valle. Se hace con harina que puede ser de trigo o maiz, y leche para terminarlo con una capa de azúcar por arriba o galletas. Los mayores siempre dijeron que el cuecho asienta el estómago, y alimenta de lo lindo.
Los fisuelos
Se hacen desde hace muchos años, y el secreto está en la masa y en la paciencia que tenga la cocinera. Pero si quieres saber cómo se elaboran, aquí tienes la receta.
Rocío Ramos