Como muchos recordarán, el pasado 25 de febrero, el grito de ayuda de una mujer desesperada se hizo público en este medio ante la situación de impotencia que estaba viviendo. Sin embargo antes de recordar brevemente la historia de esta mujer, empezaremos diciendo que, tanto la mendiga de León como sus hijos, agradecen la avalancha de ayuda que han recibida.
La historia de esta joven mujer
Todo comienza, cuando a mediados del pasado mes de febrero la desesperación de esta mujer, solo por querer trabajar se ve truncada por un accidente. Tras una caída en la que se rompió una pierna y además se luxó un brazo, ya no podría trabajar.
Sin poder trabajar y sin baja médica
Tampoco tener un respaldo económico, ya que su situación no es regular en nuestro país. «No sé cómo seguir adelante, tengo dos menores a mi cargo y un tercero en mi país al que tengo que enviar dinero. He pensado hasta el robar porque no puedo ni pedir limosna en mi situación».
En su carta a este medio, esta mujer de origen colombiano, explicaba su situación que recordaremos de forma breve. «Llegué hace dos años a León desde Colombia, después de que el padre de mis niños se fuese sin decir nada y sin despedirse de nosotros. Me establecí en León para poder trabajar y dar un futuro digno a mis tres hijos. De los cuales uno de ellos aún sigue en mi país y al que mensualmente le mando lo que puedo tanto para el como para mi mamá».
Cuando todo cambia y te ves en la calle de un día para otro con las monedas que tienes en el bolsillo
Además nos cuenta que en mes de enero, incluso llegó a tener varios puestos de trabajo, atendiendo casas y limpiando algún portal por la mañana. Pero llegó el trágico día.
«Por desgracia, hace un mes, cuando llegaba a mi casa de limpiar una de las viviendas donde voy, cargada con dos bolsas de la compra, tropecé en las escaleras del portal y me caí hacia atrás. Como consecuencia tengo una pierna rota y una luxación en el codo del mismo lado».
He venido a trabajar, no a delinquir ni a vivir de las ayudas
De esta forma, la joven mujer nos hacia legar que no quería ayudas ni limosnas. «Quiero dejar claro, que yo he venido a este país a trabajar para mantener a mis hijos y poder traerme al que echo tanto en falta. No he venido a delinquir ni a vivir de las ayudas, y eso lo llevaré por delante siempre. No quiero ser la mendiga de León».
Recordada ya, la historia de esta mujer que, conmovió a medio León, hoy, ella y sus hijos quieren agradecer la oportunidad que han ofrecido a esta madre que solo trabajar para poder mantenerse y enviar dinero a su otro hijo y familia.
La avalancha de ayuda a la mendiga de León y a sus hijos
«En la vida pensé que esto iba a hacer efecto, y mucho menos a este nivel. Evidentemente no estoy recuperada del todo, pero al menos puedo trabajar de una forma digna, llevando comida a mi casa y pagando regularmente el alquiler para que mis hijos tengan un techo».
«Reconozco que enviaros la carta fue en un acto de desesperación, en realidad lo hice en caliente, de hecho si lo llegar a pensar dos segundos, creo que la vergüenza me habría vencido. Pero gracias a Dios, hoy puedo agradecer vuestra ayuda y la de la persona que ha hecho que pueda ser feliz trabajando».
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Noemí López