En octubre del año pasado se pusieron en marcha en Castilla y León las llamadas «Arcas de Noé», hoteles que servirían para acoger a los positivos asintomáticos que no pudieran hacer la cuarentena en sus hogares. En León costaron más de 105.000 euros y solo fueron 13 los asintomáticos que estuvieron en uno de estos hoteles.
En un principio, la idea era una buena iniciativa. Con ayuda de la Cruz Roja, se coordinaron varias conserjerías de la Junta de Castilla y León y se prepararon los hoteles, uno por provincia. Servirían de alojamiento provisional para los positivos asintomáticos.
También se acordó un «cupo de seguridad de 30 habitaciones», a disposición de los pacientes. Por lo que la Junta de Castilla y León abonó a cada hotel 39 euros al día. Dicha cantidad asciende, en los tres meses que duró el contrato, a 105.300 euros más IVA. Y si multiplicamos el contrato por las nueve provincias de Castilla y León, la cantidad es de 947.700 euros.
En el caso de León, el Hotel Santiago, situado a las afueras de la capital, fue el elegido para convertirse en el «Arca de Noé» de la provincia. Llevaba cerrado desde marzo y abriría de nuevo sus puertas para acoger a enfermos de covid.
Sin embargo, en un periodo de tres meses, de octubre de 2020 a enero de 2021, solo acogió a 13 personas. Estuvieron en torno a 10 días en aislamiento y supusieron un coste de 3.250 euros más a la consejería de Fomento y Medio Ambiente.
Ante la escasa demanda de este servicio, se renovó el contrato en una sola provincia: Palencia. Se encargará a partir de ahora de dar el servicio a toda Castilla y León.