Son ya las numerosas alertas que nos están llegando a cerca de una infección extremadamente contagiosa en los colegios y guarderías de nuestra ciudad. Es el boca, mano, pie, y lo sufren los más pequeños en los centros educativos. Con apenas síntomas en su incubación, hace muy difícil detectarla a tiempo para que no se desarrolle.
El boca, mano, pie es una infección extremadamente contagiosa que puede afectarnos a todos. Es frecuente que la contraigan niños menores de 10 años, pero en cualquier caso, la edad de entre 0 y 5 años es la más vulnerable. Esto es debido a que al no tener aún un sistema inmunitario resistente, los virus les afectan en mayor medida .
Esta infección tiene un alcance de no más de entre 7 y 10 días, que por lo general no reviste mayores complicaciones, aún así rara vez puede desembocar en una meningitis viral.
Además de malestar, fiebre, inapetencia o dolor de garganta, podemos distinguir que se trata de una infección de boca, mano, pie por las dolorosas llagas en forma de puntos rojos y planos que aparecen en la boca para después extenderse como sarpullido por manos y pies y en ocasiones en codos o rodillas.
¿ Cómo se propaga la infección boca mano pie y qué precauciones debes tomar ?
La infección se propaga por el contacto como:
- Besos o abrazos.
- Estornudos y tos.
- Contacto con las ampollas.
Sin embargo las precauciones son sencillas:
- Lavarse frecuentemente las manos.
- Evitar el contacto con ojos, nariz y boca.
- Evitar el contacto con vasos o cubiertos o juguetes.
¿ Deberían utilizar mascarilla los niños pequeños?
Debido a que la Covid-19 está más presente que nunca, a muchos niños que presentan estos síntomas se les están haciendo PCR. No debemos olvidar que en el mes de Marzo, durante la primera ola, muchos niños presentaron estos síntomas. Y se demostró que estaban relacionados con la enfermedad, después de los resultados positivos de las PCR.
Lo que algunas personas están planteando es que los menores deberían utilizar mascarilla. Con el fin de protegerse ellos mismos y proteger a los demás de posibles contagios. No en vano, durante la primera ola, estuvieron confinados en sus domicilios sin poder salir. Puesto que, según los expertos, eran los portadores del coronavirus, y por lo tanto, los grandes contagiadores.