La crisis económica ha destruido casi 205.000 empresas en apenas nueve meses, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Unos datos que lanzan la triste cifra de 324.000 autónomos que se han dado de baja». «Todo trabajador tiene a efectos legales obligaciones y derechos, estos derechos se configuran bajo la fórmula de prestaciones sociales» afirma la coordinadora de AUPA León, Camino Delgado. «Sin embargo, en más de un caso y más de dos, los autónomos encuentran diferencias sustanciales entre sus requisitos de acceso y los de los trabajadores asalariados para una misma prestación» señala Delgado.
Camino asegura que «a día de hoy muchos compañeros están en bancarrota sufriendo una situación de precariedad social y laboral sin ingresos recurrentes y que actualmente pueden subsistir gracias a las ayudas de los servicios sociales y de ONGS como Cruz Roja o Cáritas para cubrir las necesidades básicas de alimentación y suministros (agua, luz, gas)».
A esta situación, hay que «sumar» algunas desventajas sociales de los autónomos con respecto a los trabajadores asalariados. Entre ellos, el subsidio para mayores de 52 años que no se está aplicando a los autónomos que «tras haber cesado su actividad y habiendo cumplido el periodo de carencia establecido han solicitado esta ayuda». Igual que la prestación derivada del cese de actividad es «una muesta más de la brecha entre las prestaciones sociales para autónomos y trabajadores por cuenta ajena».
Otra diferencia es la baja por enfermedad común ya que el trabajador autónomo tiene que esperar hasta el cuarto día que es cuando, en su caso, nace el derecho a la prestación económica. «Sin olvidar que el autónomo tiene que seguir cotizando durante la baja y pagar su cuota de autónomos, salvo que se mantenga durante el menos dos meses de baja» señala Delgado.
Las diferencias también se extienden al acceso a la jubilación anticipado. Aquí la diferencia la marcan dos años, el trabajador por cuenta ajena puede jubilarse de forma anticipada a los 61 mientras que el autónomo lo tiene que hacer a partir de los 63.