Un ataque vandálico que no va solo contra un objeto
El camino a la felicidad, ha sido víctima de un ataque vandálico, y por extensión a los niños que ayudaron en su creación. No solo se ha atacado a unas piedras pintadas, sino a lo que representan y al motivo por el que están ahí colocadas.
Este hecho lo han dado a conocer personas vinculadas a un grupo político del propio municipio, según un medio digital de León.
La historia del monolito
El Ayuntamiento de Villaquilambre recogió en su día las piedras que los habitantes más pequeños habían dejado de forma espontánea durante la pandemia. Y de este modo, lo que comenzaba como un entretenimiento más durante los momentos más duros de la pandemia, terminó en un monumento.
Se depositaron más de 200 Kg de piedras en varios puntos del municipio, y así nació el camino a la felicidad. Los más pequeños colocaban espontáneamente estas piedras que se colocaron sobre una plancha de hormigón.
Concretamente hay dos monolitos hechos con esas piedras, en el parque del Cardadal de Navatejera y en la Casa de la Cultura de Villaobispo, cada uno con una placa conmemorativa.
El sentimiento del monumento
Es una de las iniciativas más bonitas que han surgido con la pandemia, y surgieron de los sentimientos de los niños, los más nobles y limpios que puede haber. Además, son los que mejor se han adaptado a esta nueva situación, siendo un ejemplo para todos.
Esta iniciativa también se extendió a los parques de La Candamia y de La Lastra, donde salían a pasear y respirar aire puro tras permanecer encerrados en sus domicilios.
Y no es para nada agradable ver cómo unas personas sin escrúpulos, han decidido manchar esta iniciativa con unas pintadas sobre este monolito. Esperemos que con la denuncia de esta o estas personas por fin se instalen las cámaras de vigilancia que ya se habían aprobado en el pleno del Municipio.