Hace aproximadamente dos semanas varios vecinos de la zona del crucero se ponían en contacto con Digital de León para hacer pública la situación que estaban viviendo (sino la conoces: Alerta: timo con un hombre que finge conocerte en Doctor Fleming).
Tras comprobar la veracidad de los testimonios, este medio decide hacer pública la situación. Fueron numerosos los vecinos que corroboraban la presencia de este sujeto obsesionado por subirse a coches ajenos. Como argumento utilizaba que era el hermano de Jesús.
Sin embargo, a raíz de esta situación, otra oleada de quejas nos han llegado para dar el aviso de otro timo en León.
El timo del butanero
En esta ocasión fue el mismo día de la citada noticia cuando un leonés nos hizo llegar la información, que tan solo un día después confirmarían más vecinos y trabajadores de la zona de San Mamés y la avenida de Nocedo.
El modus operandi, según nos explican los vecinos en correos electrónicos, incluso audios que han hecho llegar a este medio, el susodicho actúa de la siguiente manera (adjuntamos palabras literales):
Quería informaros que en estos últimos días he coincidido con otra persona que hace una cosa muy similar. Es una persona de entorno a unos 50 años y 1.70 de altura. Una persona con una apariencia física tampoco muy arreglada. Más bien dejado.
No sé si os lo he dicho pero es por las inmediaciones de la avenida de Nocedo y San Mamés y las calle de entremedias. Por esa zona se mueve.
A mi me contó la película, este hombre me vino con el argumento de que te conoce porque había trabajado repartiendo bombonas de butano donde tú vivías.
Me vino a decir que me conocía, que ¿qué tal me iba?, el mismo rollo. Que el había sido quien repartía butano en el edificio donde yo vivía. Me quedé un poco sorprendido y le dije:
«¿Cómo vas a repartir butano donde yo vivo, si donde yo vivo hay caldera de gasoil que viene un camión a cargarla?». ¿Cómo me estás contando que vendías o repartías tu allí butano?».
En ese momento me empezó a intentar escurrir el bulto: «igual te he confundido, pero seguro que te conozco de algo, me suena mucho tu cara». Entonces le pregunté que qué quería.
Me dijo que era su cumpleaños y no tenía dinero. También que proximamente iba a empezar a trabajar en el Hotel París de la calle Ancha de camarero. A ver si le podía dejar dinero ya que no tenía nada. Y que quería comprarse algo para comer para celebrar su cumpleaños que no tenía nada.
«Ya otro día vas tu por allí, por el Hotel París que yo te invito a tomar algo en agradecimiento cuando esté allí trabajando».