Oxford suspende la vacuna del coronavirus ya que un voluntario del Reino Unido ha mostrado signos de una enfermedad grave e inexplicable en plena fase 3 de desarrollo.
Michelle Meixel, portavoz de la farmacéutica que está desarrollando la vacuna, ha explicado en un comunicado, que es una acción rutinaria en esta clase de investigaciones. Además, esta inesperada enfermedad no tiene que ser consecuencia de la vacuna precisamente.
Después de que el pasado mes de Agosto la Unión Europea acordó con la farmacéutica la adquisición de 300 millones de dosis, es un duro golpe , porque es la tabla de salvación que todos esperamos.
La bolsa de Nueva York recibía la noticia con preocupación, ya que las acciones de la famacéuta AstraZeneca han experimentado una caída hasta de un 8,3%, mientras que sus competidoras directas, Moderna y BioNTech subían levemente.
Entre todos, cuentan con una capitalización bursátil de un billón de euros. Además, el Gobierno de los Estados Unidos presiona para tener la vacuna antes del 3 de Noviembre, fecha de sus próximas elecciones.
También Pfizer, Johnson & Johnson, Novavax y Merck, y Sanofi están investigando la cura de la Covid-19, aunque sus ensayos no están tan adelantados como los de la sueco-Británica.
La vacuna que AstraZeneca desarrolla con el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, está en una avanzada Fase 3, lo mismo que la de Moderna. Es decir, se está probando su efectividad con un gran número de personas de todo el mundo.
La vacuna de vacuna AstraZeneca tendrá que esperar
Los resultados que se obtengan se van a comparar con los de las personas a las que se les suministró un placebo, con lo cual en estos últimos, si la vacuna es efectiva, el coronavirus tendrá más incidencia.
El mismo día, los consejeros delegados de estas empresas han realizado un comunicado, con el cual se comprometen a no poner en circulación ninguna vacuna hasta que no sea segura.
Con este anuncio es de suponer que los antivacunas puedan ejercer mayor influencia en la población, y se experimente un rechazo generalizado entre la población mundial a vacunarse.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud aconsejó a las farmacéuticas que no tengan prisa por desarrollar la vacuna, y los advierten al otorgar la autorización de su uso de emergencia.