Reforma en las pruebas de Lengua en Selectividad
Desde el Ministerio de Educación se ha propuesto realizar un cambio en las pruebas de Lengua en Selectividad, de modo que ya no constarían de las fases tradicionales, ni el formato utilizado hasta la fecha.
Esta nueva apuesta, que según los altos cargos es de cuestión vital para ayudar a los más jóvenes, reduciría considerablemente los contenidos a examinar, cosa que los propios coordinadores de estos exámenes desaprueban rotundamente y no consideran que sea por el bien de los estudiantes.
Mediante la plataforma Change.org, los profesores de esta asignatura buscan el apoyo de los expertos en la materia y encargados de dichas pruebas con el fin de reivindicar la agresión indiscriminada e infundada contra la educación española. Hasta el momento han recogido un total de 2.800 firmas, siendo 13 de ellas de coordinadores de Selectividad, provenientes de 10 comunidades diferentes.
Nueva estructura
La reforma propuesta dejaría tan solo un 27% del contenido actual como evaluable, un porcentaje que indigna a los profesores de Lengua y Literatura de los colegios de toda España, puesto que, aparte de sentir que su trabajo es infravalorado, manifiestan que van a conseguir una generación muy poco preparada.
La nueva estructura constaría de un total de 25 preguntas, entre las cuales habría dos grandes tipos: preguntas cerradas (test) y preguntas semiconstruidas. Este segundo término carece de sentido para los expertos, que aluden a darles la respuesta, ya que la oración estaría conformada, exceptuando un hueco donde el alumno deberá completarlo con una palabra o una expresión corta. Asimismo, mantienen 3 preguntas de desarrollo de breve extensión, siendo de un máximo de 2 párrafos breves o uno ‘extenso’.
Desde el sector de la educación, consideran que es un cambio negativo y dificulta la evaluación de las capacidades del alumnado. La Selectividad es una prueba para poner a prueba la madurez de la persona para prepararlo para entrar a la sociedad.
Por otra parte, las universidades abogan porque esta medida no siga adelante y temen el desconocimiento que tendrán sus futuros estudiantes. Es tal la preocupación que los rectores de varias instituciones universitarias piden voz y voto en la toma de decisiones sobre esta prueba nacional.