El SUMMA de Madrid admite su fallo garrafal al confundir la llamada de una mujer de 72 años con una que se encontraba en paliativos. Este error ha tenido como consecuencia el fallecimiento de la mujer de más de 70 años, cuya hija intentó que el hiciera caso a las continuas peticiones y no lo logró hasta pasados varios minutos. Fue tal la gravedad del error, que la persona que estaba atendiendo a Beatriz Sánchez, la hija de la señora fallecida, por vía telefónica, le estaba «riñendo» diciéndole que su madre se estaba muriendo y que ellos no podían hacer nada.
Conversación de Beatriz Sánchez con el médico en cuestión
Beatriz Sánchez, hija de la persona fallecida por una negligencia médica, se intentó poner en contacto con el SUMMA 112 en varias ocasiones. La mujer alegaba que su madre mostraba signos de desvanecimiento y de falta de respiración, siendo una situación en la que la mujer de 72 años necesitaba atención médica de forma inmediata para evitar este trágico final. La mujer llamaba desde Vicálvaro, en la Comunidad Autónoma de Madrid.
La hija de la mujer fallecida llamó de nuevo al SUMMA 112 alegando que habían solicitado una ambulancia para su madre y todavía no había llegado. El médico de urgencias en cuestión, que fue el que le atendió en la primera llamada, le dijo que si la señora no respiraba pues sería que había fallecido y que ellos no tenían nada que hacer allí.
Beatriz alegó que su madre no había dejado de respirar por completo, pero que si tardaban más, podría ser que la mujer llegara a fallecer. El médico le dijo que su madre iba a fallecer, que era una mujer perteneciente a los Paliativos de Asisa y que al final su final iba a ser el que ya todos sabían. Beatriz le dijo que se estaba confundiendo con otra paciente que vivía en la misma calle y que su madre no se encontraba en cuidados paliativos. En ese momento, el médico se dio cuenta de su error y mandó una UVI a la dirección que le facilitó Beatriz.
Fallece Carmen Ponce por una negligencia del SUMMA
La UVI procedente del Hospital Gregorio Marañón tardó en llegar 25 minutos, lo que significó la muerte de Carmen Ponce, la mujer de 72 años que mostraba problemas respiratorios. Los servicios médicos, al llegar a la casa de la mujer en cuestión, certificaron el fallecimiento de la mujer. Esta situación surrealista en la que se confundió a una paciente con otra que estaba en cuidados paliativos ha dado lugar a la muerte de una persona que si se le hubiera atendido antes, habría posibilidades de que Carmen siguiera viva.
Esto demuestra que en ocasiones, cuando se llama al SUMMA, puede ocurrir que haya médicos que confundan a algunos pacientes con otros y pueden volver a ocurrir situaciones de nuevo situaciones así de surrealistas.
Laura Aller