España encabeza una lista de Europa. Pero lejos de estar orgullosos, se trata de la lista en cuanto a paro juvenil. Nuestro país es líder con un 40% de tasa de desempleo de personas jóvenes. ¿Qué está ocurriendo? ¿Cuáles son las causas? En este artículo te lo contamos todo.
La evolución del paro juvenil en España
Desde que comenzó el siglo XXI, España ha registrado varios momentos en los que la tasa de desempleo juvenil ha aumentado. A principios de la década de los 2000, los niveles de paro no superaban el 25%, incluso se situaron en el año 2006 en un 16%. Sin embargo, cuando se produjo la crisis económica de 2008, el paro juvenil comenzó a aumentar. En menos de un año, la tasa se multiplicó y alcanzó el 35%.
El pico de esta subida se alcanzó en 2013, cuando el 59,6% de los jóvenes españoles se encontraba en paro. Entonces la tasa comenzó a descender, alcanzando en 2019 un 31,6%, el doble de las cifras mínimas de 2006. Pero llegó el coronavirus y como consecuencia, la crisis provocada por la pandemia. Ante esta situación, las cifras de paro han vuelto a subir, alcanzando el 40,4% a finales de diciembre de 2020 en menores de 25 años. Por lo tanto, España se posiciona como el primer país europeo con mayor tasa de paro juvenil.
Abandono escolar y precariedad laboral
El punto de partida del desempleo de personas jóvenes puede deberse al abandono escolar. La tasa ha pasado de un 28,2% en 2010 a un 16% en 2020. Estas cifras equivaldrían a un total de 530.000 personas, un descenso más marcado entre los hombres, aunque el número de abandonos continúa por encima del de las mujeres. Aún así, España también encabeza la lista de la Unión Europea, cuya media es del 10,2%. El objetivo era bajar la media al 10% en 2020 y solo cuatro comunidades autónomas lo han logrado: Madrid, País Vasco, Asturias y Cantabria. En cambio, Baleares, Andalucía, Ceuta y Melilla son las que más tasa de abandono escolar tienen.
El desempleo juvenil también está muy relacionado con la precariedad laboral. En España más de la mitad de los contratos de trabajo de personas jóvenes, con edades comprendidas entre 16 y 29 años, son temporales. Se trata una vez más la cifra más alta de Europa y afecta más a las mujeres que a los hombres. Este dato se suma a la alta tasa de desempleo juvenil y a los salarios precarios que tienen los jóvenes españoles, lo que provoca un retraso en cuanto a la edad media para independizarse, para formar una familia, etc.
Las consecuencias de las cifras de paro juvenil
Como consecuencia, muchos jóvenes de nuestro país deciden migrar al extranjero en busca de mejores oportunidades. Frente al año 2009, cuando el número de personas que se iba a otros países no alcanzaba el millón y medio, actualmente la cifra se ha duplicado, superando los 2.600.000 españoles que viven en el extranjero.
Los datos no son para nada alentadores. Los jóvenes de nuestro país lo tienen muy difícil a la hora de abrirse paso en el mundo laboral. Es cierto que la situación está mejorando poco a poco, frente a principios de 2020, cuando estalló la pandemia del coronavirus, pero todavía falta mucho para alcanzar cifras optimistas. Si no hay cambios significativos, los jóvenes brillantes de España tendrán que buscar oportunidades en otros países, despidiéndose del suyo por un tiempo o para siempre.
Virginia González