Hasta hace 10 años, Borja era un pueblo más de Zaragoza, desconocido por todos. Hoy, después de un «desastre» que se volvió viral Borja es conocido a nivel nacional e internacional. La restauración, de dudosa calidad, llevada a cabo por una vecina del pueblo, Cecilia Giménez, dio la vuelta al mundo. Actualmente, el Ecce Homo es un atractivo turístico visitado cada año por miles de personas.
Un error que llevó al éxito sin duda. Cecilia Giménez, que lo pasó mal, cuando la restauración saltó a la palestra y todo el mundo la criticó es hoy en día una adorable nonagenaria a la que adoran sus vecinos. Hay un antes y un después para Borja desde que Cecilia decidiera «arreglar» ese Ecce Homo.
Actualmente luce orgulloso en el santuario de la Misericordia y es el centro de todas las visitas. Ha sido un revulsivo no solo para la localidad sino también para la comarca. Gracias a los beneficios, ancianos con pocos recursos pueden disfrutar de una vejez en tranquilidad.
Cecilia Giménez asegura que «lo volvería hacer»
El municipio de Borja tiene unos 5.000 habitantes. Cecilia Giménez, aficionada al arte, decidió hace 10 años «retocar» el Ecce Homo (ya había arreglado un lienzo de la Virgen del Carmen) pintado en un mural de las paredes del templo por Elías García Martínez después de la Guerra Civil. Hay que señalar que Cecilia contó con el permiso de los responsables del santuario.
La restauración fue presentada a principios de agosto y el 21 de agosto lo publicó el periódico Heraldo de Aragón. De ahí a la fama fue un momento. El hecho se convirtió en trending topic mundial y se convirtió en meme y parodia nacional.
El lado positivo es que todos los beneficios están destinados a causas benéficas. Hasta los japoneses sacaron unos llaveros del Ecce Homo hace un par de años. La protagonista, reside tranquila en una residencia y asegura que «volvería a repetirlo todo».