Ante esta situación, el gobierno nepalí ha llevado a cabo una gran campaña de limpieza en el monte Everest en la que han recogido 11 toneladas de todo tipo de basura almacenada durante décadas. Entre los desperdicios se han encontrado botellas de oxígeno usadas, tiendas de campaña desgarradas,latas, excrementos humanos e incluso botellas de alcohol.
Un equipo de 20 escaladores sherpas fue el encargado de recoger todos los residuos. De las once toneladas, cinco se recogieron por encima del campamento base hasta los 8.850 metros, y las seis restantes por debajo. Sin embargo, no se ha podido limpiar toda la basura debido al mal tiempo.
Pero con la enorme cantidad y variedad de residuos, la gran sorpresa fueron los cuatro cuerpos que se hallaron. Los cadáveres que permanecían ocultos bajo la nieve, no han sido todavía identificados y se desconoce la causa momento de su muerte. En total, 300 personas han muerto a lo largo de los años en el pico más alto del mundo, una cifra que aumenta cada vez más rápido debido a la escalada en masa, que aumenta los factores de riesgo.