En apenas cuatro días el nuevo jefe de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent, ha llevado a cabo una reestructuración de los altos mandos de la policía. El más significativo es el ascenso de Cristina Manresa como número dos que se convierte en la primera mujer de la historia de la policía catalana en alcanzar este escalafón. A partir de ahora, ocupará el cargo de Comisaria Superior de Coordinación Central.
Manresa, como ocurre con otros mandos, está investigada por un juzgado de Sabadell por el papel de los Mossos en el dispositivo del 1-O cuando dirigía la región metropolitana norte, área que encabezaba antes de su nombramiento.
La actual dirección defiende la elección de Manresa por su capacidad de “transformar el cuerpo” con la aspiración de “lograr una policía del siglo XXI”, propósito verbalizado por el comisario jefe en su primera presentación pública. De larga trayectoria en los Mossos, la nueva comisaria superior Cristina Manresa cree que su elección como número dos ayudará a visualizar a las mujeres que trabajan dentro de la policía para que “se tenga en cuenta el talento y no el género”.
El hasta ahora comisario jefe de los Mossos, Miquel Esquius, ha sido destinado a la Región Policial del Pirineo Occidental, que él mismo había solicitado. Fuentes de la policía catalana, han asegurado que su sustituto le ofreció ser destinado al puesto que quisiera, como así ha sido.
El comisario jefe ha mantenido a quien fuera el responsable de la policía catalana durante la aplicación del 155, Ferrán López, como integrante de la Jefatura, al que considera “un referente” y una persona quien “todos los mossos deben estar agradecidos”.