La influencia de las elecciones de los Estados Unidos en todo el mundo provoca nerviosismo por saber quién ganará finalmente. Desde los coches Ford Modelo T que salieron de la línea de montaje en sólo 90 minutos hasta el servicio de hamburguesas en 60 segundos.
Los Estados Unidos han tenido una gran influencia en hacer del mundo un lugar frenético e impaciente, preparado y hambriento de gratificación instantánea. Así que despertar a la noticia el miércoles de que el ganador de las elecciones de EE.UU. podría no ser conocido durante horas, días o semanas…. ( los expertos llenaron las ondas mundiales con sus mejores conjeturas ) fue un shock para un planeta destetado en la más americana de las exportaciones: la velocidad.
«Tenemos que tener un poco de paciencia, casi seguro que mucha paciencia», dijo el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell. Puesto que el concurso de la Casa Blanca se centraba cada vez más en tres estados – Wisconsin, Michigan y Pensilvania – que podrían ser cruciales para determinar si el presidente Donald Trump o el aspirante Joe Biden gana.
Las elecciones en Estados Unidos tienen una repercusión mundial
«En el sistema americano, el último voto cuenta, y tal vez el último voto cambie el resultado», dijo Borrell a la Televisión Nacional Española. Pero los líderes mundiales aún no se pronuncian sobre el resultado, aunque están bastante preocupados por el mismo.
Las agudas divisiones de la superpotencia y los conflictos internos expuestos por la elección podrían perdurar mucho tiempo después de que se declarara el ganador. «La batalla sobre la legitimidad del resultado -sea cual sea su aspecto- ha comenzado ahora», dijo la ministra de defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer.
«Esta es una situación muy explosiva. Es una situación de la que los expertos dicen, con razón, que podría llevar a una crisis constitucional en los EE.UU.», dijo en la televisión ZDF. En los mercados financieros, los inversionistas lucharon por darle sentido a todo, enviando algunos índices hacia arriba y otros hacia abajo. Puesto que, en general, la incertidumbre es ahora mismo la que reina.
Los aliados tradicionales de los Estados Unidos se aferraron a la creencia de que, independientemente de que Trump o Biden resultaran vencedores, los fundamentos que durante mucho tiempo han sustentado algunas de las relaciones clave de los Estados Unidos sobrevivirían a la incertidumbre y al proceso electoral de los Estados Unidos. El primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, quien dijo en una sesión parlamentaria que «la alianza entre Japón y Estados Unidos es la base de la diplomacia japonesa, y sobre esa premisa desarrollaré una sólida relación con un nuevo presidente».