En el mundo hay alrededor de 200.000 personas que rehusan utilizar la tecnología moderna. Aun así, la sociedad que simboliza este rechazo son los amish de Estados Unidos.
Características de la sociedad amish
El pueblo amish son un grupo religioso protestante y una comunidad cultural. Su lugar de origen viene de países como Alemania, Suiza. Su llegada al continente americano fue a finales del siglo XIX y sobre el XX.
En Estados Unidos podemos encontrar alrededor de más de 700 asentamientos. Además se ubican también en Canadá.
Los rasgos que caracterizan a este pueblo son su vestimenta propia del siglo XVIII o del XIX, por otro lado en su sociedad encontramos valores como la defensa del pacifismo, humildad. En definitiva, una vida sencilla.
Por otro lado, los amish tienen fama injustificada de luditas. Aunque no lo creamos, los amish sí tienen relación con nuestra tecnología. En muchas comunidades se permiten realizar trabajos agrícolas con tractores sin llantas de acero y en otras permiten coches con carrocería de color negra.
Durante el primer siglo XX las comunidades amish rechazaron la electricidad por hacer que su mente estuviera lejos de la comunidad real. Ellos creen que se puede vivir en el mundo sin dejarse llevar por sus modas o tendencias.
Aun así la cultura amish tiene sus sorpresas, como la de la diferencia entre poseer algo y usar algo. Por decirlo de otra forma, quiere decir que no tener un coche no significa no poder usar un taxi.
Hay algunos que van a trabajar en grupo en furgonetas así como algunos pueden usar ordenadores en las bibliotecas teniendo prohibido el uso de Internet en sus comunidades.
Un modo de vida
Ellos diferencian en este aspecto la tecnología del hogar con la del trabajo, por lo que hay fábricas encargadas de sustituir las baterías de las herramientas como taladros de aire comprimido. Utilizan maquinas de coser o lavadoras impulsadas por una rueda, algo que nos recuerda a la tecnología del género de Steampunk.
No son una comunidad anti-tecnológica, simplemente se basan en el hecho de que algo que salga nuevo no produzca ningún daño. La filosofía de los amish se basa en que no pretenden frenar el progreso, solo pretenden que vaya más lento. Ellos piensan que la tecnología debe aportar algo a la comunidad y si no es así la abandonan.
Daniel Francisco