Los santos inocentes es una fiesta muy conocida en España. Se celebra cada 28 de Diciembre. Ésta es una costumbre pagano-cristiana que también se celebra en Hispanoamérica.
Durante este día la gente busca cualquier oportunidad para gastar bromas a sus seres más cercanos, siempre con una finalidad cómica. Son muchos los comercios que en sus escaparates y tiendas este día colocan artículos de broma o trampas para sorprender a los clientes.
Si tú, al igual que Digital de León, quieres gastar bromas a tus seres queridos, no te pierdas esta lista con las mejores bromas.
Bromas para los santos inocentes
Cambio de azúcar por sal: Esta inocentada es perfecta para hacerla en la hora del desayuno, simplemente tienes que cambiar el azúcar por sal y a esperar las reacciones.
Cambiar las horas del reloj: Tienes que aprovechar un momento en el que estés sólo y adelantar todos los relojes una hora, así la persona a la que le hagáis la broma llegará con una hora de antelación.
El truco de la moneda o el billete: Este es ya un clásico en cuanto a bromas. Sólo hay que sujetar un billete o una moneda a una cuerda, y cuando alguien se agache a por su botín tira de ella para que no pueda cogerla.
El monigote: Esta es también una de las más típicas, pero nunca falla. Sólo tienes que ponerle a tu objetivo mientras camina el típico muñeco de los Santos Inocentes. Para hacerlo un poco más original al muñeco puedes añadirle un divertido mensaje.
¿De dónde proceden los Santos Inocentes?
Hace más de dos mil años el Rey Herodes ordenó que ejecutaran a todos los niños que fueran menores de dos años en Judea. Su objetivo era mantener su poder. El Rey Herodes con este acto buscaba asegurarse de que el Mesías fuera asesinado.
Ya que los que ahora conocemos como Reyes Magos habían visto aparecer la estrella y recordaron la predicción del Antiguo Testamento, la cual decía «Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido el rey que reinará sobre todas las naciones».
Por eso a raíz de ese genocidio se recuerda cada 28 de Diciembre a los Santos Inocentes, que se llaman así porque a esa edad no podían haber cometido aún ningún pecado.