La isla de San Borondón es una supuesta isla del archipiélago canario que aparece y desaparece desde hace varios siglos según una leyenda europea adoptada por los canarios. Además de aparecer y desaparecer constantemente, algunas veces se escondía entre las brumas o las nubes. Por eso se la conoce como «La Innacesible», «La Perdida», «La Encubierta», «La Encantada» o «La Non Trubada». Incluso los cartógrafos medievales la incluían en los mapas como una isla más.
Según la leyenda, San Brandán llegó a esta isla para rezar
La isla de San Borondón es el nombre autóctono que le pusieron los canarios pero en realidad el mito europeo la conoce como isla de San Brandán, por uno de los grandes monjes evangelizadores de Irlanda, que supuestamente hizo un increíble viaje que se ha convertido en legendario con el paso de los años. La isla a la que llegó y donde ofició la misa de Pascua, despertó, por lo que se dio cuenta de que en realidad se trataba de un pez Jasconius que lo llevó hasta el Paraíso.
Durante muchos siglos se creyó que esta isla existía
Desde entonces, la isla de San Borondón se incluyó en todos los mapas desde el siglo XIII hasta el siglo XVIII. Incluso se llevaron a cabo numerosas expediciones marinas para intentar encontrarla entre los siglos XV y XVIII. De hecho, en el importante Tratado de Alcáçovas de 1479 para repartirse España y Portugal el Atlántico, se especificaba que la isla de San Borondón pertenecía al archipiélago de Canarias. Incluso en Buenos Aires, le dieron el nombre de Bahía de Samborombón porque creían que se había producido al haberse desprendido la isla de San Borondón del continente americano.
La Graciosa le ha quitado el puesto de octava isla canaria
Pero en la época reciente todavía se habla mucho de esta isla, sobre todo en Canarias. Incluso el diario ABC publicó en el año 1953 que había sido vista otra vez al noroeste de la isla de El Hierro; la llamaron Isla Sirena. Pero también el mismo periódico en el año 1958 titulaba que la isla errante de San Borondón había sido fotografiada por primera vez. Mientras se descubre o no, ya hay una isla que le ha quitado el puesto como la octava isla canaria: La Graciosa.
Franco Dávila