El QR del croissant ha revolucionado la pastelería de una manera que no esperábamos, debido a la pandemia y la necesidad de innovación de todos los sectores, en especial de la hostelería.
Christian Escribà es un maestro chocolatero con una necesidad constante de innovar, que vio en los códigos QR una oportunidad para marcar la diferencia frente al resto.
Se dio cuenta que, impresos en chocolate blanco, se leían los QR. Pero no era el momento aún, ya que el uso de esta nueva tecnología aún no estaba muy extendido y había que esperar el momento adecuado.
Y ese momento ha llegado con la nueva pandemia, las distancias de seguridad, el tocar lo menos posible ha hecho de los códigos QR algo necesario, y sobretodo para la hostelería como bien sabe Christian Escribà.
El croissant con el QR más especial
Este corissant es una revolución, escaneas el código QR que viene impreso sobre una lámina de chocolate y aparece Paul López, el pastelero que elabora todas las mañanas artesanal mente esta y otras delicias.
Esta es una familia de pasteleros, tres generaciones son las que con cariño, dedicación y esfuerzo han llevado el apellido Escribà a lo más alto de la pastelería desde su obrador en la Gran Vía de Barcelona.
Christian Escribà comenta que el año 2020 supone un antes y un después, no sabe qué consecuencias traerá la pandemia que estamos sufriendo para su negocio fundado hace 114 años.