Debemos de tener en cuenta una serie de pautas a la hora de cocinar para un celiaco, ya que no es complicado, pero hay que extremar las precauciones, ya que jugamos con su salud.
Lo primero que tenemos hacer es hablar con el celiaco, para que nos ayude a elaborar el menú, teniendo en cuenta que hay muchas salsas y harinas que podemos encontrar en el mercado sin gluten.
También debemos tener un cuidado muy escrupuloso a la hora de utilizar utensilios de cocina y superficies que hayan podido estar en contacto con esta proteína, ya que puede provocar contaminación cruzada.
Cocinar para un celiaco no es complicado
Las carnes y los pescados, las frutas y verduras, arroz, también las patatas y las legumbres, así como los lácteos, no tienen gluten en su origen. A no ser que las compremos elaboradas, que es donde debemos poner cuidado.
Los alimentos que nunca debemos ofrecer a un celiaco son las harinas de cebada, centeno, y de trigo, así como las de avena que no lleven el certificado sin gluten. También hay que vigilar los pimentones y otras especias que llevan gluten, así como las salsas preparadas.
La celiaquía no es ninguna broma, ni tampoco una moda pasajera, aunque hay personas que se empeñan en seguir una dieta sin gluten por decisión propia, ya que creen que así van a adelgazar.
El horno,también el microondas, así como los cacharros con los que cocinamos tienen que estar perfectamente limpios. Es decir, el cuchillo con el que cortamos pan con gluten para trocear la comida de un celiaco, no sirve, porque provocaremos contaminación cruzada.
El aceite con el que vamos a cocinar no puede tener restos de gluten, y las bebidas que le vamos a ofrecer, también tienen que ser sin gluten, especialmente la cerveza.
Ya en la mesa hay que tener precaución de que una miga de pan despistada no aterrice en el plato de nuestro comensal, y tampoco probaremos su comida con nuestros cubiertos contaminados.