Expresiones cotidianas pero con origen desconocido
Cada día utilizamos cientos de expresiones y refranes, muchos de los cuales han sido transmitidos de padres a hijos. «Me da igual que te lo haya dicho fulanito o menganito, lo que dices es mentira«. Seguro que has oído esta popular expresión. Pero, ¿alguna vez te has cuestionado cual es su origen? En este artículo te lo contamos.
Fulano, Mengano, Zutano y Perengano
Aunque son nombrados constantemente, Fulano y Mengano nunca llegaron a existir. Tampoco lo hicieron Zutano y Perengano. No existe ningún hecho histórico que hable de estos conocidos personajes, utilizados para nombrar a alguien del que se desconoce su nombre.
En primer lugar, Fulano tiene su origen en la palabra árabe fulān cuyo significado es «persona cualquiera«. Esta expresión es la más utilizada de las cuatro a la hora de hablar de alguien.
Mengano viene del árabe man kān, que significa «quien sea«. En la mayoría de casos se utiliza para acompañar a Fulano o a Zutano.
En el caso de Zutano, proviene de citano y este a su vez de la palabra latina scitānus, cuyo significado es «sabido«. Aunque es menos utilizada, también se utiliza cuando nombramos a Fulano.
Perengano es la palabra menos utilizada de las cuatro, además de ser la más reciente. Se desconoce su origen y si procede de otras palabras más antiguas o idiomas. La teoría que prevalece es que ha sido fruto de combinar el apellido Pérez con la palabra mengano.
Las variantes de las cuatro palabras
Además, estas cuatro palabras también tienen su variante al femenino: fulana, mengana, zutana y perengana; aunque la primera de ellas se utiliza para calificar despectivamente a una mujer… También es común utilizar el modo diminutivo de las palabras: fulanito, menganito, zutanito y perenganito.
Virginia Gonzaléz