Los niños y los efectos del confinamiento en su salud.
El confinamiento está pasando factura a la salud de los niños, sobre todo de los más pequeños.
“Están sufriendo una cantidad de estrés anormal que tendremos que ayudarles a mitigar si no queremos que enfermen”, advierte Alicia Álvarez, directora de la Unidad de Trauma, Crisis y Conflictos de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Los niños, como muchos adultos, llevan confinados ya mes y medio, una situación excepcional y que podría alargarse más.
Por ello está afectando a todas las áreas clave del neurodesarrollo de la primera infancia (hasta los 7 años): desde el movimiento, relaciones sociales, juego o aprendizaje.
Cuanto más larga sea la cuarentena, el riesgo de un impacto en la salud psicológica será mayor. “Aunque no hay evidencia científica porque es una situación nueva, se dan factores que sabemos pueden aumentar el riesgo de estrés y ansiedad”, señala Maria Elias, psicólog de la Unidad de Atención Precoz y Autismo del Hospital Sant Joan de Déu.
Los efectos en la salud pueden volverse agudos
Esta psicóloga, especialista en primera infancia, explica que el estrés postraumático es un trastorno psiquiátrico grave que necesita intervención medicalizada.
Además solo se puede diagnosticar cuatro meses después de la exposición a la situación que haya causado el impacto lo que puede convertirse en algo agudo.
Para ello aconsejan hablar con los hijos de los miedos, la tristeza de no poder abrazar a sus amigos, aportándoles tranquilidad y sobre todo esperanza.
Asimismo explicándoles que volverán a jugar con sus amigos, ir al colegio, ver a sus abuelos.
Cabe destacar que estos expertos han puesto varios ejemplo de las consecuencias que han tenido alguno niños durante la cuarentena:
- A Màlia, de tres años, desde hace algunos días sus padres le han notado que tiene un tic nervioso en el ojo y parpadea sin cesar, se enfada mucho y está irritable, lo que es poco habitual en ella.
- Lila cumplió seis en pleno confinamiento, pasa de estar muy excitada y alegre a la tristeza más profunda.
- Martí, de cuatro, de repente tiene miedo de todo y no se atreve ni a ir al baño solo.
- Joana ha comenzado a tener pesadillas y encadena rabietas por las cosas más tontas.
- Petra, que hace casi dos años que dejó el pañal, ha vuelto a hacerse pis encima.