Existe una gran duda, de la que apenas se habla, en torno a los ordenadores. ¿Es mejor apagarlos o se pueden dejar constantemente encendidos? Varias son las ventajas y los inconvenientes, de los cuales hablaremos a continuación. Lo peor es que este dilema no solo existe con los ordenadores, también ocurre con otros aparatos electrónicos como los teléfonos móviles.
Dejar el ordenador siempre encendido
La principal ventaja de tener nuestro ordenador encendido es que siempre estará a nuestra disposición, no necesitaremos nada de tiempo para que se encienda. Sí que es oportuno que configuremos nuestro equipo para que la pantalla se apague y los discos duros se queden en reposo cuando no lo estemos utilizando. Cada componente electrónico sufre desgasto cuando está conectado, por lo que hay que tomar precauciones.
Otra de las ventajas es que hay muchas tareas que se harán solas, como por ejemplo descargar alguna actualización del sistema o subir nuestros archivos a la nube. También podemos programar determinadas actividades para unas horas concretas e incluso utilizar aplicaciones móviles de acceso remoto en caso de tener que realizar una tarea.
Apagar el ordenador cada vez que no lo utilicemos
Si somos de las personas a las que nos gusta apagar el ordenador, el principal inconveniente puede ser que tenemos que estar constantemente abriendo y cerrando programas. Además, hay veces que algunos procesos no se cierran adecuadamente y el equipo se desconfigura o tarda más tiempo en realizar sus tareas. Lo más importante al final es asegurarnos de que hemos guardado el trabajo que hemos realizado y todo lo que tengamos abierto.
Es importante destacar que si apagamos el ordenador, se alarga la vida útil de los componentes de ese equipo informático. En caso de no utilizarlo es la mejor opción, ya que evitaremos un desgaste innecesario y que envejezca más rápidamente. Así que ya sabéis, es importante apagarlo de vez en cuando para que descanse.
Eloy Martínez