La morcilla es uno de los embutidos más conocidos de España. Se hace a partir de tripa rellena de sangre de cerdo coagulada y sin nada de carne. Dependiendo de la zona se hace de diferentes formas. Las más conocidas son la de Burgos, hecha con arroz, y la de León.
Mientras tanto en el resto de Europa destaca la famosa blutwurst alemana, el boudin francés, el sanguinaccio italiano, las morcelas portuguesas o la Drisheen irlandesa, con sangre de oveja.
El curioso origen de la morcilla
Para hablar del origen de este delicioso embutido tenemos que remontarnos a la antigua Grecia. Según Platón, Aftónitas fue el inventor de los embutidos, incluyendo la morcilla. Así lo describe en un texto del siglo V antes de Cristo que ha perdurado con los años. También en la Odisea de Homero se menciona la morcilla como un manjar de la isla de Circe.
Tiempo después, los romanos se harían con la receta de la morcilla, que para ellos era conocida como «botullos» o botellas. Pero la palabra morcilla no surgió hasta el siglo XIV, fecha en la que apareció en toda Europa, al igual que las variantes dependiendo de la zona. En el caso de España, comenzó a ser una tradición vinculada a las matanzas.
Los beneficios de la morcilla
La morcilla es un alimento rico en proteínas, hierro, magnesio, zinc, potasio, calcio, selenio y vitamina b12. También es baja en carbohidratos y alta en sodio, por lo que se recomienda para personas con sodio bajo. Sin embargo, no es recomendable para aquellos que tengan este mineral alto.
Por otro lado, es considerado uno gran alimento para la producción de glóbulos rojos y para combatir la anemia. En este último caso, esto se debe a que gracias a su gran cantidad de hierro, se puede combatir eficazmente la afección.
Lo que sí que tenemos que tener en cuenta es que la morcilla es alta en calorías y posee grasas saturadas. Se recomienda consumirla con moderación y si llevamos una dieta equilibrada y saludable, no tendremos problema.
Características de la morcilla de León
En el caso de la morcilla de León se suele consumir frita o cocida. Lo normal es untarla en una rebanada de pan o como ingrediente de platos más elaborados como el arroz caldoso, una empanada o un cocido. ¡Ahora incluso se ve en croquetas y en pizzas!
Al final, es normal que en León se consuman los embutidos, incluyendo la morcilla, por la climatología de la zona. Los inviernos largos, fríos y secos de las zonas montañosas hacen que la morcilla sea un plato esencial en las casas de los leoneses, junto con otros manjares como la cecina o el chorizo.
En resumen, estas son algunas de las curiosidades de este tradicional plato de León, de España y de Europa. Esperamos que os hayan entrado las ganas de disfrutar de este delicioso manjar.
Virginia González