Esta imagen corresponde a una de las paredes que delimitan la Canal de Pambuches, en el Macizo Occidental de los Picos de Europa.
Lo que esconde a imagen de la pared de Pambuches
Pero lo que se observa en ella, lo que más destaca en esas rocas, es algo que puede encontrarse con facilidad en casi cualquier afloramiento de calizas de la cordillera Cantábrica o de otros sistemas montañosos en los que estén presentes dichas rocas.
El agua pura no es capaz de disolver las calizas, pero bajo determinadas circunstancias, si se acidifica (algo que sucede cuando reacciona con el dióxido de carbono de la atmósfera), puede hacerlo.
Los procesos kársticos
Esta es la base de los procesos kársticos, un conjunto de mecanismos mediante los cuales el agua ejerce un efecto modelador que afecta exclusivamente a rocas de naturaleza carbonatada y que suelen tener una faceta erosiva, aunque también puede dar origen a depósitos de carbonato de calcio si las condiciones con las adecuadas.
¿Dónde operan los procesos kársticos?
Los procesos kársticos pueden operar tanto en el interior de las calizas -si el agua encuentra un camino para penetrar en ellas- como en su superficie exterior.
En el primer caso se habla de procesos endokársticos, mientras que a los segundos se los llama “exokársticos”, denominándose “exokarst” al característico modelado resultante en la superficie exterior de los macizos calcáreos.
Las formas del canal de de Pambuches, los lapiaces
Las formas acanaladas y delimitadas por aristas afiladas que se observan en la imagen son un “lapiaz”, también conocido como “lenar”, y son una de las estructuras más habituales en los exokarsts típicos.
Se forman como fruto de la escorrentía del agua a favor de la pendiente y la consiguiente disolución de las calizas en aquellos lugares que constituyen trayectorias prioritarias.
A medida que un lapiaz va evolucionando, sus canales se van haciendo cada vez más pronunciados, si bien hay diversos factores que influyen en su morfología. Entre ellos se cuentan la presencia de impurezas insolubles en la roca (que pueden imponer cambios en la trayectoria del agua), la pendiente de la superficie, la presencia de organismos rupícolas, etc.
El tamaño de los lapiaces
Con el paso del tiempo, los lapiaces pueden adquirir grandes tamaños, jugando un rol muy destacado en el desmantelamiento superficial de los macizos calcáreos y facilitando el ingreso del agua hacia el interior de los mismos. Y en cualquier caso, son un elemento muy característico de los paisajes kársticos, esos paisajes tan habituales en montañas como las cantábricas y que tanto aportan a su carácter.