El escritor Philip K. Dick es conocido en el mundo por escribir una de las novelas de ciencia ficción más famosas de la historia de la literatura: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Esta obra, que habla de la inteligencia artificial, robots y androides, alcanzó gran popularidad tras su adaptación al cine con Blade Runner (1982).
El escritor tenía la necesidad de escribir por supervivencia, de hecho era lo único que hacía; si paraba de escribir era para descansar porque estaba exhausto. Otras de sus novelas más conocidas son las de El hombre en el castillo o Minority Report.
Inteligencia artifical: el gran desconocido
Poco se sabe de la inteligencia artificial. Algunos piensan que nos ayudará a salvar a los seres humanos en muchos aspectos, mientras que otros creen que supondrá una revolución similar a la que sucede en Terminator con Skynet. Hoy en día, existen algunos prototipos de robots o androides que todavía no tienen inteligencia artificial pero que mediante una gran base de datos pueden llegar a analizar preguntas y obtener respuestas.
En homenaje al escritor de ciencia ficción se diseñó un androide con la imagen de Phil K Dick. El androide es obra de David Hanson que es conocido por “devolver a la vida” a figuras conocidas dentro del mundo de la ciencia como Albert Einstein. En el caso del robot Android Dick tiene almacenado todo el trabajo del autor además de infinidad de conversaciones grabadas.
El salto de la inteligencia artificial y la evolución de los androides
Hace cinco años este droide consiguió tener una conversación con humanos. Por lo que se sabe puede incorporar nuevas palabras en una especie de diccionario. Mediante un sistema de reconocimiento facial va analizando e incluso cambiando el tono de voz según lo tenga su interlocutor.
Y es que el robot también tiene su lado macabro, en una entrevista que le han hecho, el androide comentó que si se diese el caso de que se produjera la revolución de la IA y se convirtiera en Terminator “recordaría al interlocutor como amigo y lo trataría bien en su zoo de humanos”.
Aunque la inteligencia artificial minimiza el error humano y promueve un aumento de precisión en las tareas, es terrorífico pensar que en unos años, décadas o siglos máquinas como los androides puedan llegar a revelarse contra nosotros, suponiendo el fin de nuestra existencia. De momento tendremos que esperar para ver qué ocurre.
Eloy Martínez