El Corral de Villaperez, ¿conoces toda su historia? ¿ sabes dónde está ubicado? Pues posiblemente sea uno de los lugares inadvertidos de León. Es un lugar poco conocido de nuestra hermosa ciudad , y del que no todo el mundo sabe su trayectoria y secretos.
En el siglo XVI, y acaso antes, según los libros de Apeos de la Catedral, llamábase Calle de Villaperez, la que después llevó los nombres de «Canóniga nueva», «Instituto», y hoy de «Pablo Flórez». Es probable que tomase el nombre del Palacio e Iglesia que en ella tenía la familia de Villapérez, que con los Guzmanes, Lunas, Quiñones, Villafañes, Osorios, Cabeza de Vaca, etc… formaban la aristocracia leonesa de aquellas épocas.
Y «corral e iglesia de Villapérez» se ha venido llamando siempre a la plazoleta y capilla que hay como al promedio de dicha calle y que es uno de tangos rincones leoneses que aún conservan bastante carácter de época.
Del siglo XV, hay datos del año 1449, de Suero Pérez de Quiñones, cuarto señor de Alcedo (junto a la Robla) su esposa, Doña Catalina Gónzalez de LLanos. Hija de Alfonso González de Llanos, que fue contador Mayor del Rey Don Juan II. La enterraron en esta iglesia de Villapérez, por ser señora de la Casa de Alcedo y de la Casa e Iglesia de Villapérez.
El escondido Corral de Villapérez
Fernando de Quiñones, Regidor de León a principios del siglo XVII, era Señor de la casa e iglesia de Villapérez. A fines de esta centuria tenía este señorío, Don Francisco Cabeza de Vaca Quiñones y Guzmán, Marqués de Fuente Oyuelo y Villarente. Fue corregidor de las ciudades de Valladolid, Logroño, Segovia y Burgos, además de Córdoba, y León. Autor del «Resumen de las políticas ceremonios con que se gobierna la noble, leal y antigua ciudad de León, cabeza de su reino». Libro editado por primera vez en Valladolid, en 1693.
Esta iglesia fue parroquia, con pila bautismal para esta familia y título citado que tenía el derecho de presentación. Además, pagaba espléndidamente el culto regalando a la iglesia ricos ornamentos y tapices de mérito, que fueron presentados y celebrados en algunas exposiciones.
La parroquia de Villapérez, tan exigua en extensión como en feligreses, estaba limitada a las dos únicas casas existentes dentro del corral del mismo nombre. Su iglesia, aunque de reducidas dimensione, era más que suficiente para contener las 16 almas que figuraban inicialmente en su matrícula.
Del edificio sólo queda la pequeña portada, surmontada de modesta espadaña. Sobre el arco un crucifijo en relieve bajo dosel, y entre amplios cortinajes y con dos escudos de armas a sus lados, componen un conjunto sencillo y agradable. La obra está fechada en 1758 pero se puede sospechar que los escudos son anteriores, de mucho mejor época y manos que el desmedrado Cristo. Además, procedían de la antigua fachada, o del palacio inmediato, aprovechándose al trazar esta portada. Uno de los escudos es del apellido Cabeza de Vaca y el otro del Marqués de Fuente Oyuelo.
Suprimida esa parroquia y cerrada al culto, solo esa curiosa portada recuerda la feligresía aristocrática, escenario de tantos y tan vistosos acontecimientos como los bautizos, matrimonios y entierros de sus nobles parroquianos. Tiene este breve y solitario corral, arte, historia, gran fuerza evocadora y esto basta para que le miremos con el mayor cariño cuantos adoramos estas bellas antiguallas.