Durante el programa de televisión «Viva la vida» se han hecho públicos los terribles audios de parte de Iker Casillas, tras conocerse su inminente separación con la reportera, Sara Carbonero.
Audios sobre la ruptura de la pareja
En estos últimos días Kiko Matamoros, ha asegurado en varias ocasiones, que existían unos audios el exfutbolista en los que se podía intuir que la pareja se iba a separar. Información, que tanto Sara Carbonero, como Iker Casillas, han acabado confirmando públicamente. Debido a la presión mediática a la que se estaban viendo sometidos a lo largo de las semanas.
El programa de Telecinco, «Viva la vida», consiguieron los audios de los que llevaban tanto tiempo hablando. Tanto Isabel Rábago, como Terelu Campos, fueron las afortunadas de escuchar los audios en primicia, durante la retrasmisión del programa. Ambas han opinado sobre los audios públicos de Iker Casillas tras la separación con Sara Carbonero.
«situación de celos y egoísmo»
Terelu Campos asegura que una parte de los audios le ha sorprendido, aunque ha sido para mal. Según su opinión tras escuchar los audios, cree que existe «una situación de celos y egoísmo». Incluso, habría justificado actitudes que no había tenido muy buenas, por algo que tuvo que vivir durante su juventud. Isabel Rábago, asegura estar completamente de acuerdo con las declaraciones de su compañera de programa.
Ambas aseguran que esta es una conversación que Iker Casillas mantiene con una persona de confianza para él, debido al modo en el que habla. Del mismo modo, creen que habla desde el dolor, y que incluso en los audios hace referencia al duro golpe que vivió la pareja. Primero Iker Casillas sufrió un infarto, y poco tiempo después, es cuando se descubre que Sara Carbonero tiene cáncer.
Del mismo modo, han apuntado que en los audios, no perciben venganza hacia la que era su esposa. Él considera que está hablando con un amigo de confianza, al que le está contando la situación por la que está pasando. Sin embargo, ha sido traicionado, ya que los audios han sido filtrados a la prensa del corazón.
Amanda Arroyo